DE OTRO PARTIDO
El Rayo fue un equipo, no dos.
El balón por abajo, circulando entre los jugadores con buen pie y el juntarse y no hacer batallas individuales, le dieron al Rayo Vallecano una identidad de equipo contundente. Desde los primeros minutos se vio que era cuestión de paciencia, porque Iraola -como pedimos en la crónica pasada- alineó a los cerebros creativos y esa combinación fue letal. Fran García, Trejo, Pozo e Isi lograron que todo funcionara; incluso otros jugadores que no siempre funcionan. Este es el camino, sin bifurcaciones ni doble sentido.
LO QUE SE LLEVA EL OJO
Fantasía, lucha y goles.
La magia de Trejo, unida a las de Pozo e Isi, fueron el músculo creativo de un Rayo que en la defensa y en ataque no paró de insistir. Antoñín luchó hasta que tuvo recompensa; Advíncula, Catena, Velázquez y Fran corrieron como si hubieran jugado tres partidos en uno. Solidaridad imbatible. El ojo, ya casi cuando se estaba por ir hinchado de gratas imágenes, hizo espacio para el gol de Bebé en el final. Ojalá le de confianza y poco a poco vaya teniendo buenos minutos. El Rayo necesita que vuelva con goles.
LA BOTELLA MEDIO LLENA
Fin de año tranquilo.
Que el 2020 se vaya con todo lo malo, y que llegue el 2021, un año en que ojalá podamos regresar a los campos. Cierre ilusionante de un Rayo que fue -como hoy- siempre un mejor equipo en casa, pero en estos dos últimos partidos deja abierta la botella para que todavía podamos llenarla con más optimismo. Aunque los jugadores intermitentes -en estas fechas podríamos decir “navideños” – lo siguen siendo: Álvaro García, Advíncula, al equipo se lo vio más colectivo. P.D. de asombro: ¡Iraola quitó a Álvaro!
EN DEFENSA DE…
Luca Zidane está cuando tiene que estar.
Jugó muy acertado con los pies (incluso se atrevió con un regate), por momentos fue un defensor más lanzado tiros desde el fondo o cortando balones largos y paró las únicas dos llegadas peligrosas de Las Palmas: un cabezazo en el primer tiempo y un mano a mano en el segundo, saliendo valiente al choque con el delantero. Quizá vuelva Dimitriesvski, pero Zidane ha pasado con nota alta estos partidos en los que, es verdad, no tuvo demasiado trabajo, pero sí apareció cuando tuvo que hacerlo.
El Rayo termina bien el año. Ojalá empiece mejor el próximo. Ese mismo deseo va desde El pase corto para la afición rayista y sus familias.
Chutemos fuerte el 2020, mandémoslo muy lejos, ya saben dónde…
A pasarlo bien siendo responsables.
¡Felices Fiestas, Vallecas! ¡Aúpa, Rayo!