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DE OTRO PARTIDO
Qasmi y Dimitrievski: los dos correctores.
Qasmi, un obrero inteligente, debutó de titular con el Rayo. Ganó balones por arriba, luchó siempre contra más de un defensor y le dio a Suárez un pase que terminó en el palo. Supo ubicarse y ponerle criterio a muchos ataques basados en el pelotazo, en el mero azar. Fue el corrector de una ofensiva llena de errores.
Dimitrievski hizo, quizá, su mejor partido. No solo por una parada determinante a Juanmi. Se impuso en el juego aéreo y destacó como el mejor central del equipo, anticipándose a pelotazos del Tenerife cuando la retaguardia del Rayo no tenía ya nada que hacer. Salió del área y jugó con el pecho y con los pies. Fue, sin duda, el defensor más atento.
EL REMAKE
Los fallos de Álvaro García.
Después de la que tuvo Suárez y del rebote en esa jugada que malogró Isi más otra de De Frutos, en el segundo tiempo Álvaro se perdió dos clarísimas (y Montiel, otra). Una vez más Álvaro se perdió dos clarísimas. Otras vez Álvaro se perdió dos clarísimas. Las manos a la cabeza está siendo su movimiento más recurrente.
VENTANILLA DE RECLAMACIONES
Los cambios, antes.
Hoy a Isi no le estaba saliendo nada, y no había que esperar tanto para cambiarlo. El Rayo lo necesita, pero no así. De Frutos tuvo la pólvora mojada; cambió el desparpajo por la timidez. Otro cambio que llegó muy tarde. ¿Y Advíncula, que podría haber sido importante de inicio? ¿Castigado por las noticias de la semana? No sabemos. Y tampoco sabemos cómo ha jugado tan pocos minutos en este partido clave.
ENVUELTO PARA REGALO.
Otro empate del Rayo contra el Rayo.
No se buscó el empate, se dejaron los tres puntos. Por las ocasiones claras falladas, por los errores en ataque, por la ambición de hacer jugadas individuales, por pérdidas de balón absurdas y por haber aguantado tanto tiempo a jugadores de nombre y calidad que hoy estuvieron desaparecidos. El Rayo empató una vez más contra sí mismo, no contra el rival. El partido estaba para ganarlo. Faltó contundencia. Y faltó creer.
EL DIVÁN
Repite Álvaro García, porque repite sus errores.
El máximo no goleador Álvaro García está en horas bajas. Venía de hacer un partido horrible y hoy falló lo imposible. En la consulta le hemos puesto vídeos de su etapa en el Cádiz. No se reconoce. Un caso indiscutible de doble personalidad. Qué pena que al Rayo le haya tocado la mitad peor…
EN DEFENSA DE…
Dimitrievski y compañía.
Dueño y señor del área chica y del área grande, hoy Dimitrievski fue más allá de los límites: saliendo de su zona de confort y cortando avances del Tenerife con la defensa rayista vendida (ya lo comentamos, sí, pero merece la pena recordarlo). ¡Sale, sale, no tiene miedo, levanta las manos, corta balones por arriba, salta! Mal que le pese a la escuela Cobeño- Alberto…
Y el resto de la defensa estuvo sacrificada, entre cumplidora y bien: Luna quizá fue el más destacado, y la disciplina, con algún fallo y algún acierto, la pusieron Catena, Tito y Milic, que entró en el segundo tiempo.
Un Rayo con un ilusionante Qasmi, sumó el quinto empate consecutivo. Ahora, a pensar en el Huesca. Y, sobre todo, a pensar en no empatar.