11.850 espectadores. Ese fue el dato que tanto el Rayo Vallecano como la Liga hicieron oficial como asistencia al partido Rayo – Athletic que se disputó el pasado miércoles en Vallecas.
Un encuentro que correspondía a la jornada número 3 pero que tuvo que ser aplazado por la clausura del estadio vallecano decretada por la Comunidad de Madrid allá por el mes de agosto. Las pocas fechas disponibles hicieron que el choque entre franjirrojos y rojiblancos tuviera que disputarse en día laborable y a las 7 de la tarde para evitar horario Champions de los equipos españoles.
Tal vez por ello, lo que en aquellos primeros días del mes de septiembre podía haber sido el primer lleno del año en el Estadio de Vallecas (la afición bilbaína se había apuntado en masa para viajar a Madrid) acabó convertido en la segunda peor entrada hasta este momento de la temporada. Solo el partido disputado a mediados de agosto frente al Sevilla atrajo menos público (11.719).
En el lado contrario, las visitas de Espanyol (12.102), Getafe (12.040) y Alavés (12.011) han sido las mejores hasta el momento. Pese a todo, y quién sabe si por los horarios o por otras circunstancias, cada partido hay casi 1.500 rayistas que no acuden al estadio.
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En el apartado de incidencias, la afición del Rayo volvió a sufrir largas colas en los accesos al estadio tanto en la zona de la Albufera como en Arroyo del Olivar. A ello hay que añadir la odisea que sufrió un rayista que quiso acceder al campo con libros y un portátil.