Nuevo contratiempo para el Rayo Vallecano B. El filial, que logró un meritorio empate ante el CD Móstoles URJC en el Municipal de El Soto, disputará sus próximos dos partidos como local ante el Atlético de Pinto y el San Agustín de Guadalix. Pero los de Luis Cembranos no jugarán en el campo cinco de césped natural, donde suele ser habitual, sino que lo harán en el campo cuatro.
Unas dimensiones, un césped y un campo que perjudican al juego combinativo del conjunto vallecano y que suelen favorecer a los rivales. El motivo de esta decisión vuelve a ser el estado del campo de entrenamiento del primer equipo, algo que impide que el filial pueda disputar estos encuentros en su campo habitual en un momento importante de la temporada.
Al igual que fuera de casa los números no acompañan al Rayo Vallecano B (diez encuentros sin ganar), como local cambia la historia. Los chicos de Luis Cembranos acumulan diez jornadas sin conocer la derrota en la Ciudad Deportiva, y estos dos partidos podían ser un empuje para volver a acercarse a los puestos de play-off de ascenso a Segunda División B.
Además, los números hablan por sí solos y es que la única derrota que el filial ha cosechado como local llegó ante el Móstoles (0-1) en el campo cuatro de la ‘City’. Desde que el Rayo B volvió a disputar sus encuentros en el césped natural ningún equipo ha logrado llevarse los tres puntos de Vallecas, dejando claro que es un punto importante para el filial. Pese a ello, al igual que están demostrando durante toda la temporada, el Rayo Vallecano B se dejará todo para conquistar tres puntos importantes en la lucha por los play-off.