En el ecuador de la segunda mitad el Rayo Vallecano buscaba el gol que certificase la remontada. En una jugada en el área del Zaragoza el equipo de Iraola pidió mano de Francés.
En un disparo de Saveljich tocaba en el jugador del Zaragoza y aunque la jugada se revisaba ni el árbitro ni el asistente del VAR consideraba la mano.
El gol no podía llegar de penalti pero sí de una jugada de picardía minutos después. Qasmi sacaba rápido y Álvaro García aprovechaba la mala salida de Christian Álvarez.