El Rayo Vallecano carece de falta de gol. Desde la marcha de Raúl de Tomás hace dos veranos el cuadro franjirrojo no encuentra un goleador en sus filas.
La temporada pasada, en la campaña 2019-202, la entidad rayista se reforzó con los fichajes de Piovaccari y Andrés Martín esperando en los últimos días cerrar un buen futbolista como hizo con RDT (fichado un 31 de agosto). Finalmente llegó Leo Ulloa que no fue ni mucho menos la primera opción pensada por la dirección deportiva rayista.
Esa misma temporada Piovaccari se marchó al Córdoba y el Rayo buscó un delantero en invierno. Un mercado complicado y limitado. Las opciones preferidas tampoco fueron saliendo y finalmente el último día se decidió por el fichaje de Yacine Qasmi, delantero del Elche.
No sabemos que hubiera ocurrido, pero a los pocos días de cerrarse el mercado Ulloa se lesionó de gravedad. El Rayo volvió a acudir al mercado y logró la cesión de Juan Villar. El futbolista de de Osasuna sí consiguió hacer ‘olvidar’ de alguna manera a RDT logrando siete goles en el segundo tramo de temporada. Pero el conjunto franjirrojo fue incapaz de atarle para la siguiente campaña (la 2020-2021).
Esta temporada Andoni Iraola pidió, entre otras cosas, un extremo y un delantero. Solo llegó Antoñín. Un futbolista de movilidad que puede jugar en ambas posiciones pero que no es un nueve puro. En los últimos días se intentaron algunas llegadas (la prioridad era André Marcos) pero se decidió finalmente no fichar cualquier delantero ante la imposibilidad que llegase el brasileño.
Ahora el Rayo Vallecano tendrá que acudir de nuevo al mercado de invierno para comprar un delantero . Lo que supondrá seguramente la salida de Ulloa o Qasmi. Y es que la sombra de RDT es alargada. Ante el Girona, una vez más, se evidenció la falta del gol del equipo rayista. Algo que está costando cada jornada puntos al equipo de Vallecas. Unos puntos que puede valer un posible ascenso.