No estaba siendo plácido el regreso a Primera División para el Rayo Vallecano. Tras 13 jornadas disputadas, era el equipo más goleado de la categoría y sumaba 10 jornadas sin conocer la victoria. Además, todavía no había conseguido vencer en su Estadio. Todo ello dio la vuelta en el encuentro ante el Eibar de la jornada 14.
Primera victoria en casa
El Rayo Vallecano estaba atravesando una peligrosa dinámica en Liga, y todavía no había sido capaz de brindar una victoria a su hinchada. Siete partidos en los que el equipo de Míchel solo había sido capaz de sumar tres puntos. Un dato negativo que empujó a los franjirrojos a los puestos de descenso.
Asimismo, no conseguía la victoria desde la jornada 3 que venció a domicilio al Huesca (0-1). Con ello, los de Míchel sumaban 10 jornadas sin ganar en Liga.
Con esas dinámicas afrontaba el choque contra el Eibar como casi una ‘final’. El propio cargo de Míchel en el banquillo podría pender de un hilo en caso de lograr la primera victoria como local. Tres puntos que hacen que los franjirrojos respiren para afrontar dos salidas complicadas: Betis y Real Madrid, los dos siguientes encuentros del Rayo Vallecano en Liga.