La historia se repitió otro fin de semana. El Rayo Vallecano volvió a ser mejor que su rival en todas las facetas de ataque. En todas excepto en el gol.
Los de Paco Jémez arrollaron al Lugo. Tiraron 21 veces, y los gallegos tan solo 6. Pero lo más llamativo, es que a los locales les bastó con tirar únicamente dos veces a portería. Exactamente las mismas veces que lanzó la Ponferradina en la jornada anterior.
En saques de esquina, los rayistas doblaron a los lucenses con un total de ocho a cuatro. Síntoma de que los de la franja tuvieron una mayor presencia que su contrincante en el área rival. Pero la cosa no acaba ahí. El Rayo dominó el partido de cabo a rabo, llegando a tener una posesión favorable de 66% – 34%.
Estos datos reflejan una gran superioridad de los vallecanos. No obstante, dejan patente una alarmante falta de acierto a la hora de hacer goles y una excesiva facilidad para encajarlos. Aún así, el equipo lleva 21 tantos a favor y 18 en contra.