LA CONTRACRÓNICA
Cuando estoy disgustado, como es el caso, me suelo poner en la tele algún monólogo que me saque una carcajada o al menos me alivie un rato. En uno de ellos, Leo Harlem, en plena sesión de gimnasio dice padecer El síndrome del azulejo, porque, según sus propias palabras, es más fácil partirle que doblarle. Como a este Getafe y todos los equipos de Pepe Bordalás, que desde que pasó por Elche y recaló en la alfarería de Alcorcón no ha hecho más que perfeccionar su fórmula . El Rayo , responsabilizado por los resultados , hoy salió a “competir”.En anteriores partidos nuestra franja se había convertido en regaliz rojo. Quizá por ello los de Michel confundieron atención y agresividad con contención y vulgaridad y se dedicaron a jugar al son azulón, sin proponer, sin disponer, sin construir, con mezquindad, sin intención. Esos partidos el Getafe no los pierde.Los gana. Los del Coliseum solo han perdido tres partidos esta temporada. Cayeron con el Madrid cuando este parecía otra cosa y con Atlético y Levante porque al Geta le tocó proponer,cosa que no suele hacer. Los dos anteriormente citados son miembros aventajados de la cofradía del puño cerrado, ese que se abre para darte una bofetada en plan Bud Spencer en el Cine París al menor error. Porque el Rayo hoy no fue ni Terence Hill y para ganar al Geta hay que partirlo, golpearlo, arrinconarlo a base de fútbol e intensidad si lo tuyo es jugar y ser osado.Por eso Michel, en el descanso, animó a los suyos a intentarlo y pareció que lo hacían, pero el freno de mano siguió atascado y llegó el directo a nuestro punto débil , el costado izquierdo. Hasta ese momento la zaga de nuestra franja tenía una calificación de quíntuple A (AAAAA) , pero sin +. Alberto, Advincula, Akieme, Amat y Alejandro (Gálvez) , con alguna duda, habían estado solventes, pero el sustituto de la otra A, Moreno, no solo también lo era, sino que estuvo pelín verde como el césped en una jugada y se despistó igual que Alex. Un instante de relajación y zasca, en toda la jeta. El gol aturdió al equipo y al debutante que, muy forzado en su siguiente despeje, solo pudo acertar a anotar su primer gol en primera en su red, para su disgusto y frustración y para hacer el segundo en el casillero del Getafe.
A partir de ahí la Franja fue atrevida por necesidad, osada por obligación y nerviosa en la ejecución por lo que solo un centro de Akieme, ¡bien hecho, chaval!, fue enviado a la prisión de las mallas sin pasar por casilla de salida por Raúl De Tomás, nuestra gran esperanza blanca. El oficio de nuestros vecinos del sur y la impotencia de nuestros jugadores terminó haciendo que Trejo, fuera de sus casillas ,cayera en la de “VAYA USTED A LA CÁRCEL” y se pierda nuestro próximo turno.
Tras terminar el partido, me dí un paseo por el barrio. Algunos, como un chico con gafas que vi en Sierra Bermeja y que espero que lea esto, se quejaban. “¿Cómo es posible que un equipo que no intenta atacar te marque dos goles?”(estoy contigo, amigo). Otros, los más, aún decepcionados, sacaban (sacabamos y sacamos) una sonrisa, la de la fiesta que supone ver a los nuestros en este Monopoli que suele ser la primera.
Creo o quiero pensar que es el sentir de una afición que disfrutó en la última etapa en La Liga del fútbol alegre, incisivo y atrevido , del que suma de tres en tres, el que Michel lleva dentro de su cabeza y sus genes, y el que debe seguir viéndose en Vallecas, que seguro nos dará alegrías, diversión y mucha emoción.
Va a ser bonito mientras dure.