Hay futbolistas que son excepciones y Fran García (Bolaños de Calatrava, 21 años) es uno de ellos. Siendo un chaval de apenas 13 años llegó a Madrid, procedente de La Mancha, para perseguir su sueño de ser futbolista. Y lo ha conseguido. La figura de Solari se antojó fundamental en ese camino: él lo descubrió cuando era un cadete y, varios años después, lo hizo debutar con el primer equipo del Real Madrid (en un 6-1 al Melilla). Fue su padrino, su valedor. El hombre gracias al cual pudo cumplir un sueño, como inesperadamente lo está siendo jugar en el Rayo. Porque en la Franja ha encontrado un hogar para disfrutar y crecer. Una familia.
Fran es un jugador con estela de estrella y los pies en el suelo. El 1 de septiembre llegó cedido con opción de compra y, aunque el club prefiere mantener la cifra de ejecución en secreto (ronda los 3 millones), en su mente baila la opción de quedarse y su corazón es, cada vez, más franjirrojo. Es un futbolista que detesta los tópicos, un muchacho sin tapujos ni tabúes y con una espinita clavada: no haber podido disfrutar aún del público de Vallecas. El ciudadrealeño concede una mañana a Unión Rayo para charlar de su futuro, de su pasado y de su presente. De lo que haga falta. Para abrirse.
#EntrevistaUR con Fran García
Llevas seis meses con la Franja. ¿Qué tal te sientes en el Rayo?
¡Sólo hay que verme, muy bien! Estoy contento en lo personal y en lo colectivo. Está siendo un año bonito y eso se acaba reflejando en el campo. Disfruto la oportunidad.
Esa alegría personal contrasta con la actualidad deportiva. Tras la heroica de Cornellà (2-3), han venido dos pinchazos seguidos. Se ha torcido un poco el gesto…
Las cosas no siempre salen como uno quiere. La Segunda es una liga muy competitiva y cualquier equipo te puede hacer daño. A la vista está, vas a Cornellà, sacas los 3 puntos y luego en casa se te complica el Tenerife. En el vestuario decimos que hay que seguir peleando hasta el final, no dejar de trabajar, porque siguiendo ese camino los resultados llegarán. Estamos enchufados.
Porque el balance del año es bueno. El objetivo era el ascenso y el equipo está ahí, aunque hay una pega. ¿Cómo se explica que haya dos versiones tan opuestas? Una jornada remontáis al líder y otra, os ponéis 0-3 en media hora…
Hay días buenos y días malos. Nosotros tenemos que intentar salir enchufados desde el minuto 1 hasta el 90. A veces te adelantas y todo se pone de cara, pero también hay otras que no te sientes tan a gusto por el rival. El único camino es trabajar y salir con la misma mentalidad en todos los partidos, sea en casa o fuera. Ir a por todas.
Ahora, visita a Málaga (domingo, 21:00 horas, Gol TV). Ellos no están en su mejor momento, pero es un campo complicado. ¿Partido trampa?
Todos los partidos en Segunda lo son. Cualquier rival te puede dar un buen susto, porque todos compiten de manera espectacular. Con un 90% de ti no vale, tienes que dar el 100%. Yo, que vengo de Segunda B, me he dado cuenta que al final cualquier jugador te puede hacer daño si no estás concentrado. Nuestro papel es dar el do de pecho cada fin de semana, demostrar que somos un equipo candidato al ascenso.
“Con un 90% de ti no vale, tienes que dar el 100%”
En tus orígenes empezaste como extremo, pero poco a poco has ido mutando a lateral. ¿Dónde estás más cómodo?
Cuando era más pequeñito jugaba de extremo, sí, pero según fui creciendo me decían “¡El campo se te queda pequeño!”, y empecé a adaptarme al lateral. Cuando subí a cadete es cuando empecé a tomármelo más en serio, a aceptar que sí, que lo mío era ser lateral. Y a día de hoy es donde más cómodo me encuentro.
Sin embargo, jugando como extremo marcaste tu primer gol como profesional… ¡Y al Barcelona! Eso demuestra que también eres capaz de rendir ahí. ¿Ese gol ha sido tu momento más especial con el Rayo?
Yo diría que sí. Poder meter mi primer gol como profesional, que sea a un rival como el Barça… Fue muy especial. No lo olvidaré jamás. Y no por el hecho de que fuera el Barça, sino más porque era un partido y un momento muy transcendente. Fue bonito.
Solari te fichó cuando eras un cadete y con él debutaste en el primer equipo del Real Madrid. Ha sido una pieza fundamental en tu vida…
Cuando yo llegué al Real Madrid él era el entrenador del Cadete B. Por casualidades de la vida, o por dios sabe qué, estuvimos juntos en el Cadete B, en el Cadete A y en el Castilla, hasta que lo subieron al primer equipo. El día del 6-1 al Melilla, en Copa, hubo la necesidad de tirar de un chico de la cantera para el lateral izquierdo y me llamó a mí. Yo le estaré eternamente agradecido, porque debutar con el primer equipo del Madrid fue un sueño. Que se acordase de mí en ese momento, bueno, increíble. Encima tuve la posibilidad de jugar medio tiempo.
“El Rayo es como una familia. Nunca me ha faltado de nada y todos han estado súper pendientes de mí”
Y del Madrid, al Rayo, donde estás explotando de una manera espectacular. Desde el primer día encajaste a la perfección. ¿Esperabas adaptarte tan rápido?
Para nada. Yo venía de estar mucho tiempo parado, de Segunda B, que era una competición que se había detenido en febrero. Quería hacerlo bien, entrar con buen pie y demostrar de lo que era capaz. Encajé muy bien desde el primer día, pero en ese sentido le debo mucho a los compañeros, cuerpo técnico, directiva… Porque todos me trataron genial. Cuando estás tan a gusto, se refleja en el campo. Llegué un poco de sorpresa, siendo un chico de Segunda B que no estaba muy ‘fichado’ por la gente y no me costó adaptarme. El Rayo es como una familia. Nunca me ha faltado de nada y todos han estado súper pendientes de mí.
¿Quién te ayudó más en los primeros días?
Yo conocía a Isi de haber jugado contra él en la Ponferradina; también a Martín y Mario Hernández porque son de mi quinta… Pero quien me ayudó mucho fue Trejo. Él estaba en cuarentena y no dudó en aconsejarme. Velázquez también se ha portado espectacular conmigo desde el primer día. Alberto García me dio un trato increíble… Todos me hicieron sentir como en casa. Entré en un vestuario nuevo y en ningún momento pude quejarme de nada. Me decían que si necesitaba cualquier cosa, en cualquier momento, lo dijese.
“El VAR es un tema complicado, porque el árbitro tiene su visión, el del VAR otra… Y al final cada uno barre para casa”
Hablemos del VAR, porque hay un enfado generalizado. Álvaro García, en una entrevista con Radio Marca, dijo que “nadie está llegando a entenderlo”. ¿Lo compartes?
Hay muchas veces que es complicado, sí, tanto para bien como para mal. Creo que hay jugadas para las que se podría tener un criterio diferente al que se está teniendo. E insisto, es un tema complicado, porque el árbitro tiene su visión, el del VAR otra… Y al final cada uno barre para casa. Pero son cosas que tampoco nos tienen que sacar de nuestro rumbo, toca adaptarse y ya. Nosotros no estamos teniendo mucha suerte, pero el único camino que queda para solucionarlo es jugar mejor y tratar de evitar ciertas situaciones.
Quiero hablar de tu fichaje. ¿Por qué elegiste el Rayo? Tenías ofertas de Primera…
Había muchas opciones, pero yo hablé con Cobeño y la propuesta que me hizo me gustó mucho. No sólo por el proyecto, sino porque yo llevo viviendo en Madrid desde los 13-14 años, tengo mi vida hecha aquí y el Rayo me permitía seguir compatibilizándola. Esa fue una de las razones. La situación que había en ese momento (por el coronavirus) era compleja, como lo es ahora y no podía esperar mucho tiempo en el mercado, ya que llevaba parado desde febrero y cuanto más tardase, peor. El tiempo corría en mi contra en ese sentido. A la gente de mi entorno le comentaba que me sentía como si tuviese una lesión de rodilla, ya que llevaba 5-6 meses sin jugar y no sabía cómo iba a volver a un terreno de juego. También tengo que decir que mi familia, mis seres cercanos y mi pareja me ayudaron mucho. Con el Rayo todo se ponía de cara. Y la decisión no ha salido mal, como se puede ver. Estoy muy contento de haber elegido bien.
¿Te esperabas así el Rayo?
La verdad es que no, pensaba que todo sería mucho más complicado. Pero es lo que te he comentado antes, el grupo me hizo sentir como en casa desde el primer día.
Eso sí, tendrás la espinita clavada de aún no haber disfrutado de un partido con público en Vallecas.
Hace poco lo dije, sí. Esa es justo la espinita que tengo, no estar pudiendo disfrutar de la afición, de la gente, del entorno que se forma alrededor de los partidos. Ojalá de aquí a final de temporada todo mejore. Que la gente se cuide y se conciencie de que esto podemos sacarlo adelante. Ojalá pueda disfrutar de ese momento.
Quién sabe si podrá haber un poco de público aunque sea en las últimas jornadas, o en un hipotético playoff…
Yo sigo confiando en ello.
“¿Seguir en el Rayo? ¡Ojalá! ¡Por supuesto! Sobre todo si consiguiéramos ese ascenso… Es el club que me ha dado la oportunidad de seguir creciendo, el que ha apostado por mí cuando salía de una situación complicada”
Estás cedido con opción de compra. Los periodistas manejamos que dicha opción ronda los 3 millones de euros, pero el club, de cara al público, lo mantiene en secreto. ¿Puedes confirmar de cuánto es?
Sinceramente, no lo sé. En el momento que firmé era lo que menos me preocupaba, no te voy a mentir.
¿Pero el Rayo te ha transmitido interés en ejecutarla?
No, en ningún momento. Eso son cosas de los clubes y yo cuanto menos me meta, mejor. Me dedico a hacerlo lo mejor posible para que vean el granito de arena que puedo aportar, nada más.
Y a ti, personalmente, ¿te gustaría seguir en el Rayo?
¡Ojalá! ¡Por supuesto! Sobre todo si consiguiéramos ese ascenso… El Rayo es el club que me ha dado la oportunidad de seguir creciendo, el que ha apostado por mí cuando salía de una situación complicada. Estaré siempre agradecido a este club por la oportunidad que me ha dado para mostrar cómo soy. Tanto como jugador, como como persona.
En estos tiempos de fútbol sin público, ¿a ti te llega el cariño de la gente? Porque eres uno de los ídolos de esta temporada…
Al final eres el nuevo, la sensación. La gente muestra su cariño y su aprecio, sí. Me llegan muchísimos mensajes en las previas de “¡a por ellos!” o “¡confiamos en vosotros!”. Y eso te da un plus, porque sabes que no estás solo. Que hay una afición detrás alentando.
¿Y con el Madrid has hablado? ¿Te han dicho si cuentan contigo para la temporada que viene?
La directiva directamente no, pero yo tengo allí muchos amigos. Como Víctor Paredes, que también estuvo aquí. Él siempre me da su enhorabuena por cómo estoy encajando y jugando. Eso me alegra, porque no te pierden de vista. Los compañeros que tuve allí también me felicitan, sobre todo cuando le marqué al Barça. Ese fue el boom.
Y eso sin eliminarlo… ¡Anda que si lo hacéis!
¡Si eliminamos al Barça con un gol mío, yo no sé! Habría sido un punto de inflexión brutal.
Da la impresión de que tú el año que viene tienes que estar en Primera sí o sí. Así que para seguir en el Rayo el camino es ascender. Jugadores como Trejo te han llamado “fuera de serie”. ¿Tienes la sensación de que la Segunda se te queda pequeña?
Yo tengo mucha ambición y soy joven. Claro que quiero dar el paso a Primera, pero no creo que la Segunda se me quede pequeña. Es una de las categorías más complicadas por el nivel de exigencia y de competencia. Aquí hay muchos “fueras de serie”.
El 16 de noviembre de 2020 sufriste una rotura parcial del cruzado de la rodilla derecha tras una entrada de Carmona. Parecía que te ibas a perder toda la temporada y, 20 días después, ya estabas jugando. ¿Cómo se explica ese milagro?
A día de hoy ni los doctores ni yo lo entendemos. Tampoco los readaptadores. ¡No tiene sentido! Los primeros días lo pasé muy mal, estaba preocupadísimo por lo que podía ser. Tuve la cabeza fría, pensé con calma, me sometí a las pruebas necesarias y acabó siendo un mero contratiempo. Con el paso de las fechas fui mejorando y, de la noche a la mañana, un día llegué a la Ciudad Deportiva y ya no tenía líquido en la rodilla. Había mejorado muchísimo. Aún sentía dolor en las exploraciones, pero no como los primeros días. Los plazos se adelantaron y todo salió bien. Tuve suerte, no era lo que en un principio se esperaba.
¿Pero estás totalmente recuperado? ¿Cero molestias?
Sí, nada de molestias. Es verdad que con los cambios bruscos de temperaturas lo noto un poco más, pero sigo trabajando, haciendo ejercicios preventivos, lo que se llama ‘trabajo invisible’ y todo va bien. Seguiré haciéndolo por el equipo y por mí.
“¿Mi lesión? A día de hoy ni los doctores ni yo lo entendemos. Tampoco los readaptadores. ¡No tiene sentido!”
Entre el 24 y el 31 de marzo se juega la fase de grupos del Europeo Sub-21. ¿Ilusión por estar en la lista de De La Fuente?
Ojalá tenga esa oportunidad. Las cosas llegan con paciencia y hay que seguir trabajando.
Y más en el horizonte están los Juegos Olímpicos. Lo tienes al alcance de la mano, quedan unos meses y estás muy bien posicionado para ir…
Pero a día de hoy es algo que ni me planteo. En mi cabeza está ir poco a poco con el Rayo, dar pasitos cortos, jugar cada fin de semana, hacerlo lo mejor posible e ir sacando 3 puntos. Si las cosas van bien habrá opciones.
¿Cuál es la clave mental de Fran García? Siempre destacas la importancia del trabajo a diario…
Uno no puede adelantarse a la hora de tomar decisiones. Tienes que ir pensando simplemente en cada partido, sin adelantarte a acontecimientos que no sabes si se van a dar, o si van a llegar de una forma u otra. El camino es ir poco a poco, dar pasos cortos. Aunque eso no quita que con la vista lejos.
“En esta categoría parece que estás a una diferencia increíble y, en dos semanas, todo cambia”
¿Qué consejo le darías a un chaval que sueñe con ser como Fran García?
Que trabaje por ello, que nunca se rinda, que lo persiga. Habrá momentos buenos y malos, pero debes tener en cuenta cuánto estás dispuesto a luchar por tu objetivo. Le diría que vaya poco a poco, que sea como una esponja, que crezca cada día. Y sobre todo que no deje de lado los estudios, porque la carrera de un jugador es muy corta. Aunque cueste, hay que compatibilizarlos.
¿Qué es lo que más te ha impactado del Rayo?
La unión. Aquí se acoge a cualquier persona y se la hace sentir como uno más.
La última… ¿Firmas el playoff?
Sí. ¡Quién no lo firmaría ahora mismo! Pero es verdad que en esta categoría parece que estás a una diferencia increíble y, en dos semanas, todo cambia. Estamos a 8 puntos del ascenso directo y tampoco es una barbaridad. Yo sigo confiando en que podemos lograrlo.