El Diario MARCA destapó la situación extradeportiva del Rayo Femenino. Retrasos en las nóminas y unos recortes económicos que afectaban al día a día del equipo franjirrojo. Pero esta realidad no solo ocurre en la sección femenina sino a todos los equipos que no son el primer equipo. La cantera también atraviesa momentos complicados por los recortes del COVID-19 en el Rayo Vallecano.
Según ha podido saber Unión Rayo, los equipos de la cantera no han visto un céntimo en lo que va de temporada. Algunos conjuntos como el Rayo B y el Juvenil A llevan desde mediados de septiembre en actividad viendo como sus cuerpos técnicos y jugadores acuden a trabajar sin recibir ningún tipo de ayuda ni siquiera saber si están dados de alta en seguridad social. Desde el club se ha transmitido que todo se va solucionar pronto, pero el pago no termina de llegar tras semanas esperando. Una situación que ha hecho que algún miembro de cuerpo técnico se plantee seguir acudiendo a la Ciudad Deportiva ya que necesitan ese dinero para acudir a entrenar (gasolina). Una situación incluso más agravante que el Rayo Femenino, que ‘al menos’ sí ha visto “algo” de dinero estos meses.
Estos hechos afectan también a los equipos a la hora entrenar y en el plano deportivo. Equipos intranquilos que acuden a ejercitarse preguntándose como solucionar esta situación; cuando tendrían que estar centrados solo en lo deportivo. Pero es difícil cuando tampoco puedes entrenar como otros años y sin que les den soluciones. El Rayo Vallecano ha creado un búnker para separar la parte del primer equipo y el resto de equipos (ver foto). Esto hace que ningún equipo pueda usar el gimnasio ni coger el material deportivo. Difícil progresar en algún aspecto físico sin este material; algo que lógicamente afecta a lo deportivo. Algunos miembros de cuerpos técnicos están trayendo su propio material para poder entrenar.
Y es que la excusa es el dinero. El dinero que es necesario para fichar. Algunos equipos quieren reforzarse tras las lesiones sufridas y tras ver el comienzo de la temporada pero no tiene el OK para cerrar operaciones. Pero no solo afecta a jugadores sino que equipos semiprofesionales como el Rayo B y el Juvenil A no tienen a día de hoy readaptador de lesiones o entrenadores de porteros. Los porteros calientan antes de los partidos ellos solos como cualquier equipo benjamín.
En el plano de las ‘dietas’ apenas afecta a la cantera ya que no hay viajes. Los únicos equipos que se han desplazado han sido el Juvenil A y el Femenino B; y al igual que el Rayo Femenino ha visto cómo tras un partido (en este caso tras viajar a Villanueva) se le daba un bocata (al menos era de pan de barra) con una fina loncha de pavo. Pero no queda ahí la cosa. En el caso del Juvenil A para comer en ese viaje el club dio la orden de quitar las ensaladas del menú para bajar su precio de 15 a 12 euros. Estamos hablando de una expedición de 20-22 personas (50-70€). En el caso del filial femenino el bocata fue incomestible por lo que el equipo tuvo que comprarse la comida en Salamanca.
Las ensaladas del menú es un caso reciente. Otro ha sido recortar en seguridad de la Ciudad Deportiva. Con buen acierto se abrió una puerta adjunta al campo 4 para poder pasar personal, equipos y prensa; y no tener que atravesar toda la instalación. Tras apenas un mes abierta el club ha tomado la decisión de cerrar dicha puerta y que todo el mundo vuelva entrar por la puerta principal. Todo por ahorrarse el pago de seguridad de esta persona.
Los recortes están siendo protagonistas en todo el Rayo Vallecano en este comienzo de temporada. Y quienes lo están padeciendo no es el primer equipo; sino la cantera y el Rayo Femenino. El club franjirrojo calcula que sufrirá unas pérdidas de 2-3 millones de euros debido a la no apertura del estadio de Vallecas. Pero la entidad rayista tuvo un superávit en el anterior ejercicio de 20 millones de euros. Algo que el mismo Raúl Martín Presa elogió y que gracias a esta gestión ha podido mantener a gran parte de la plantilla de la temporada pasada. Esto se ha podido ver en un alto límite salarial que ha podido mantener en 16M cuando lo normal en un equipo como el Rayo hubieran sido los 8-9M tras no lograr el ascenso la campaña pasada.
Así es el día a día en el Rayo Vallecano que vive en una economía de recortes y que los que más lo padecen son los más debiles.