El Rayo Vallecano Juvenil A recibía este sábado a las 17:30 l Burgos con el objetivo de reponerse de la derrota de la semana pasada. No iba a ser fácil pero Alfredo primero y Pablo después hacían los goles que significaban los tres puntos a pesar del gol en contra. José María sentenció en el último suspiro de partido.
La primera mitad del Rayo Vallecano fue muy positiva. Consiguieron controlar el balón y mediante la posesión fueron capaces de controlar el partido. Ese control no les sirvió para generar demasiado peligro, que llegó con el balón parado. Varias fueron las ocasiones que tuvieron los de Amaya para adelantarse en el marcador en los primeros 45 minutos desde falta laterales o saques de esquina.
Hasta el minuto 39 ninguna de esas jugadas tuvo como resultado el gol local. Alcántara en ese minuto puso el balón en juego para que Silvio desde unos metros más alejados de la frontal pusiese el balón en el segundo palo. Morci se encontró ahí un balón que dejó con buen criterio para Alfredo, que entraba solo y con la portería libre para adelantar al Rayo y dar la ventaja al descanso.
En la segunda parte llegó la reacción del Burgos, que desde el primer momento buscó igualar el partido. Mario tuvo que emplearse para mantener el empate. Pablo Muñoz después de una contra intentó el disparo desde la frontal y consiguió aumentar la distancia en el marcador justo cuando más sufrían. La ventaja dio confianza pero el partido no estaba acabado y el Burgos lo sabía.
Cuando el partido iba restando minutos para llegar a su fin una falta en la frontal era la ocasión perfecta para que Omar recortase distancias. Amaya hizo cambios para fortalecer su defensa y consiguió volver a sumar los tres puntos para seguir en la lucha de la zona alta. Jose María sentenció el partido en el descuento aprovechando que el Burgos dejó espacios atrás.