LA ESCUADRA
Según un estudio de ‘Sporting Intelligence’, el Rayo Vallecano es el tercer equipo que menos dinero paga a sus jugadores. Da que pensar. No sé si es bueno, porque justifica que los franjirrojos estén ahí abajo, o si es malo, porque el último equipo en esa particular clasificación es el Valladolid, y tiene media salvación en el bote.
Yo sinceramente creo que no, que el descenso no es el lugar de este Rayo. Por plantilla y por las soluciones que hay en ese vestuario. Unas veces la mala suerte, otras veces la inocencia y la falta de inexperiencia, pero tengo claro que los de Míchel deberían tener más puntos de los que tienen. No sirve para nada, es un consuelo de tontos, pero lo creo realmente.
Eso sí, el partido frente al Valencia fue para mear y no echar gota. En otras palabras, no hay por donde cogerlo. Me da igual que sea un equipo confeccionado para entrar en Champions. No te pueden ganar a intensidad. A eso no. La intensidad y el esfuerzo no se negocian ni se pagan con dinero. No tiene que ver con la calidad. Guedes puede tirarte un caño, dos, tres o tres mil, pero no sudar más que tú porque si no, estás perdido.
Veo a otros equipos como el Alavés, el Valladolid o el Getafe. Con otro estilo, más rocoso y más defensivo, pero más serio y… ¿realista? No creo que los rayistas sientan envidia… o sí, habrá de todo. Aun así, una gran parte de la afición está dispuesta a morir con Míchel y, sinceramente, me parece justo. El lo ha dado todo por este escudo, lo mínimo es que tenga el apoyo de la grada. Es hasta romántico.
Ahora bien… resultadismo, inmediatez… esto es así. Hay que ganar en Eibar sí o sí. Es una final. Lo dice la tabla, lo dicen las caras de los futbolistas y lo dice la cara del míster. Es hora de que lleguen las victorias y los puntos. Y si hay que dar menos toques, pues se dan menos… no está el Rayo para ponerse exquisito.