Hay situaciones en el nuevo fútbol que están en peligro de extinción. Con la llegada del VAR es cada vez mas complicado que se de “la ley de la compensación”, aquella en la que el arbitro, arrepentido de un error previo que perjudicó a un equipo comete una tropelía contra un rival para igualar la contienda.
La victoria del Rayo Vallecano sobre el Fuenlabrada 1-0 no fue más que eso, una compensación, no por parte del trencilla sino de los hados, apenados por haber birlado a la franja dos puntos en su visita a Cádiz cuando los de Paco ya casi contaban con esos tres puntos.
Aquello no hubiera ocurrido sin la participación de determinado zaguero de la agrupación y , siendo justos, la victoria de los locales en Vallecas se debió también a un error grosero de un jugador visitante.
“No hay peor cuña que la de la propia madera”.
El Fuenlabrada presentaba en el banquillo y en la cancha varios ex-rayistas. Sandoval puso en su once a Sekou Gassama, Juanma Marrero, Hugo Fraile y Pablo Clavería. Se notó. Durante casi una hora no dejaron rascar bola a los de Jémez, superados por una presión de la que fueron incapaces de salir hasta entrada la segunda parte.
“Los one-club men”
Pablo Clavería hubiera estado destinado en cualquier otro club a ser un “one-club-man”, un pelotero de esos que ya no quedan, que trazan toda su carrera con una sola camiseta. Capitán de aquel Rayo juvenil de ensueño salió del barrio de un modo inexplicable. Quien sabe si por un momento le pudo su corazoncito, se le nubló el juicio o simplemente el ardor del momento y la rabia de pensar que él tenía que estar en el lugar de Trejo le hicieron saltar sin sentido y atropellar al chocota que, perro viejo, no tuvo otra que caer derribado. Algunos dicen que Trejo es como los buenos vinos que mejoran con los años. He conocido a gente en mi trabajo similar con contratos temporales. Dan lo mejor de sí al principio y al final del mismo para ganarse la renovación pero su camino es el desierto.
El caso es que Mario Suarez definió bien el penal , adelantó al Rayo e hizo que el partido se abriera un poco. Los locales pudieron sentenciar con un disparo de De Frutos y los visitantes solo se atrevieron con un intento de José Rodríguez.
Terminó el partido y algunos nos pellizcamos para saber si aquello era cierto. El Rayo acumula 7 puntos de 9 y va a pelear por el play-off.
Cambiar la tele y ver que el Atleti goleaba en Pamplona demostró que la noche de ayer era el mundo al revés.
¿Quién no firmaría una docena de “uno-ceros” con final feliz?
Ojalá.