EL TERCER TIEMPO
Sigo analizando fríamente lo que pasó en el Carlos Belmonte. El partido lo habían declarado de “Alto Riesgo”, por lo que no quité ojo de la televisión, ya que en esta ocasión no pude viajar, muy a mi pesar. Todas las miradas estaban puestas en el número 10 del Albacete, en Roman Zozulya, y en los cerca de 200 aficionados del Rayo Vallecano desplazados. Lo que ya me ha escandalizado han sido sus últimas declaraciones a un medio ucraniano diciendo que ya solo falta que le llamen maricón.
La intensidad de Zozulya
Me cuentan que no pasó nada. Que la Policía extremó las medidas de precaución al máximo y que más allá de los gritos, pitidos y broncas varias para meter presión, nada. Eso sí, me llamó mucho la atención la intensidad con la que disputaba cada balón el ucraniano manchego. Tengo la sensación de que tiene un resquemor interno, y la única manera que tiene de sacarlo es en el juego, yendo al máximo en cada balón, peleando como si del Batallón Azov se tratase.
Especialmente vehemente fue la lucha con Milic. El ucraniano y el croata pujaban cada balón con fuerza. Si repartieron leña, tuvieron encontronazos y fue el duelo más intenso del partido. Aunque Zozulya también se las vio con Dimitrievski. El guardameta ucraniano le recriminó en un par de ocasiones la dureza que estaba empleando el atacante del Albacete. Se me escapan los temas de los nacionalismos, pero no se, ¿igual tiene algo que ver el país de origen de ambos jugadores del Rayo? Lo desconozco.
De hecho, Zozulya pudo ser expulsado en la segunda mitad por una fuerte entrada sobre Antonio Luna. Da la casualidad, o no, que el lateral izquierdo del Rayo Vallecano siempre se ha mostrado muy unido a las maneras de pensar de la afición franjirroja. ¿Igual Zozulya tenía algo dentro de sí para actuar de esa manera contra Luna? Vete tú a saber.
Lucas Alcaráz tuvo que sustituir al ucraniano por que veía que podía ser expulsado. De hecho, en la entrevista concedida al medio de Ucrania confiesa que durante el partido estaba exaltado.
Con todo ello, queda todavía un tercer asalto, que será la segunda parte del partido de ida suspendido en Vallecas. Habrá que ver si se juega con o sin público, un hecho que será clave para el propio partido. Allí estará de nuevo Zozulya, tan presente en los últimos meses y cuya performance el sábado ante el Rayo Vallecano fue muy discreta en lo deportivo pero muy intensa en las disputas con los jugadores franjirrojos.