El banquillo fue clave en la victoria del conjunto vallecano ante el Real Zaragoza. Paco Jémez gastó esta vez los cinco cambios y todos dieron resultado. Sin duda alguna, aportaron esa frescura que se requiere de ellos y fueron vitales para conseguir los tres puntos.
Al inicio de la segunda parte, el técnico franjirrojo cambió a Tito y Mario Suárez (con tarjeta) por Advíncula y Óscar Valentín respectivamente. Paco Jémez buscaba con estas entradas la profundidad del lateral peruano para llegar a línea de fondo y colgar balones y, con Óscar, la posesión del balón.
Santiago Comesaña entró al terreno de juego en el minuto 60, para aguantar el balón y el resultado, con esa remontada en los primeros minutos de la segunda mitad. Lo ejecutó a la perfección.
Por último, entraron Isi Palazón y Emiliano Velázquez. El extremo rayista fue el protagonista del cuarto gol rayista, con una gran jugada individual y un intento fallido de vaselina que aprovechó Óscar Trejo para conseguir el gol. A su vez, el central uruguayo reapareció tras su grave lesión en pretemporada con una buena actuación defensiva y aportando esa solidez que Paco Jémez le pidió desde el banquillo.
Esta vez el banquillo sí aporto y eso lo notó el Rayo Vallecano. La ventaja se mantuvo durante toda la segunda parte y la entidad franjirroja pudo ‘llevarse’ los tres puntos a Madrid.