Para Soren Kierkegaard, filósofo danés y cachondo mental del siglo XIX el aburrimiento fue lo que pobló el mundo. Según él, Dios se aburría como una ostra y por ello creo a Adán. Estos dos estaban aplatanados y crearon a Eva y así sucesivamente.
En España lo pillamos tarde. Me cuentan que los 60 y los 70 en España fueron entretenidos pero aún así todos, empezando por Faemino y Cansado leyeron al danés y protagonizaron el “baby boom”, un crecimiento de la natalidad espectacular.
Los partidos del Rayo Vallecano de esta temporada tienen como tema central el aburrimiento y La Liga colocó el partido de la franja contra el Logroñés a las dos de la tarde así que estomago lleno, modorra y partido.
En 2020,plena pandemia y partido la cosa no da para ponerse a procrear, quizá después así que contra el aburrimiento lo mejor fue bajar el volumen de la falsa hinchada y poner música del “Baby Boom”.
Sonó en el estadio “In the Ghetto“, no podía fallar. Salieron los jugadores a la cancha y todos nos congratulamos con el “Get Back” de los Beatles y Fran García. Tras un cuarto hora, el colegiado del encuentro, Vicandi Garrido me incitó a seguir con Elvis, esta vez con “Suspicious Minds“. En una disputa en el área, Rubén Martínez estorba a Fran , dispara y el balón golpea claramente en el brazo del zaguero rayista. El árbitro señala falta en ataque ante el estupor general, explica la jugada, falta y posterior mano ,es llamado por el VAR, revisa la acción y concede mano y penalti.
En anteriores episodios nos vendieron que en las jugadas de interpretación por parte del colegiado no entraba el VAR. Aquí entra.
En previos partidos se obviaron penaltis favorables al Rayo por manos claras y separadas del cuerpo por ser “involuntarias” o fruto de rebotes de jugadores rivales. En esta ocasión el lateral manchego tiene el brazo claramente abierto en la disputa con el rival, pero si alguien me explica como se pueden pegar los brazos al cuerpo en esa acción le bailo una lagarterana.
Bogusz entonó “Heartbreaker” de Led Zeppelin, engañó a Zidane y adelantó a los visitantes (0-1).
Tras un par de minutos de zozobra, el Rayo recobró el pulso, el “Marcelo de Bolaños” hizo una de sus diagonales , centró con peligro al área y el fallo de Pozo fue la mejor asistencia para Antoñín que se postuló como delantero centro con un remate imparable (1-1).
La playlist saltó a “Here Comes the Sun” y cambió a “Je t´aime” cuando el incansable soldado García volvió a percutir por el lado siniestro, y provocó un córner. Catena remató al portero pero Unai Medina quiso despejar y desvió a gol , pobre (2-1).
En cinco minutos la franja le daba la vuelta al partido y claro, mi radiocassette avanzó hasta Víctor Jara y “Te recuerdo Amanda“. El chileno cantó:
Son cinco minutos
La vida es eterna en cinco minutos
Suena la sirena
De vuelta al trabajo
Y tu caminando
Lo iluminas todo
Los cinco minutos
Te hacen florecer
Emocionados todos, los altavoces subieron a Brasil, gritaron “Calor Tropical” y la bossa nova nos volvió a adormecer hasta el sopor.
Por megafonía se oyó “Albatross” de Fleetwood Mac a la entrada de Bebé a cancha, se pidió “Sugar, sugar ” a Mario Suarez en su remate fallado y en los últimos minutos, a petición de Iraola “Whole Gotta Love” de Led Zeppelin.
Al terminar el partido con victoria local por 2-1, mi lista random sacó su veta hortera, puso a Julio Iglesias y reprodujo, nunca mejor dicho “La vida sigue igual”.
Para el bueno de Kierkegaard el aburrimiento era el camino más cercano a la melancolía. Se debe estar matando de la risa viendo partidos desde el más allá.