El Rayo Vallecano no conseguía sacar puntos de su visita a Mendizorroza, que como ya es costumbre, también contó con polémica arbitral. En la segunda parte el equipo pidió una mano de Tenaglia que podría haber significado penalti a favor del equipo de Iraola.
Cuando el Rayo intentaba marcar el gol del empate después de que Joselu abriese el marcador. Un disparo desde la frontal el balón tocaba ligeramente en el brazo del defensa del Alavés. La jugada en primera instancia no fue pitada por Martínez Munuera. Estrada Fernández revisó la acción desde la sala del VAR pero no consideró que existiese pena máxima.
Esta decisión choca frontalmente con una acción que también afectó al Rayo Vallecano apenas hace una semanas. Cuando el equipo de Iraola conseguía la victoria momentánea en el campo del Granada, el juego se paraba para revisar una acción de Mario Suárez. Iglesias Villanueva desde el VAR llamó a Hernández Hernández para que revisase la jugada y acabó pitando el penalti que significó el empate en el minuto 94.
Sin entrar en el posible error del penalti pitado a Mario Suárez, los criterios vuelven a ser distintos a la hora de tomar una decisión. El balón toca en el brazo de Tenaglia dentro del área y a pesar de la revisión no se señala el punto de penalti.