La primera y una vez que estuve en Palma ocurrieron sucesos extraordinarios. Tenía cuatro años (ahora el mismo número pero al cuadrado) y no lo recuerdo, pero me cuentan que mi principal afición era llegar a la playa, ponerme el bañador en la cabeza y correr libre por la arena,quizá por eso fui en algún momento fanático de Jémez. Mi simpatía natural fabricó el otro “expediente X” de aquellas vacaciones. Le hice gracia a un tipo negro que tomaba algo en un chiringuito y me invitó a una Coca-Cola. Mi yo actual hubiese puesto de BSO del momento a los Burning tocando “¿Que hace una chica como tú en un lugar como éste?” No penséis en cosas raras, en 1979 ver a un negro era algo inusual, si tus seres queridos no veían mal fondo podían aceptar la invitación y podías tomar una Coca-Cola estando en parvulitos. Ni engordaba ni te ponía nervioso. Eso son cosas de ahora.
De ahora y de siempre es aquello de “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”. En el fútbol se suele mirar la filiación a la hora de contratar y el Rayo suele abusar de ello,por eso en mi mente no deja de sonar la cancionilla de Risi y cia.
Andoni Iraola comenzó y terminó su carrera futbolística con Ernesto Valverde como técnico y disfrutó y padeció a Marcelo Bielsa en la banda. Fue un pelotero apreciable desde su banda derecha y un profesional intachable,puesto como ejemplo entre otros por “El Loco”. En su humildad preguntado por el particular declaró que las cosas del vestuario quedan en el vestuario.
Andoni pues, no está loco. Algunos lo pensaron viendo su once de estreno en Son Moix. Mucho jóven en la cancha, alguna vaca sagrada en el banco. Pensemos de otra manera. Ambición, motivación y piernas frescas y con buen nivel en el césped, recambios estables en espera. Otros echaron en falta el talento puro de Pozo o Jony. Estarán imagino cuando toque,ahora toca construir desde atrás,afianzar ideas desde el orden. Así ocurrió tras un buen arranque liguero,diez o quince minutos en los que el Rayo atosigó al rival hasta incomodarlo. Luego fue fiable hasta el descanso y donde no llegó el equipo estuvo Morro,proyecto de gran arquero.
El gol victorioso al inicio de la segunda parte es un ejemplo de lo que parece quiere Iraola. Laterales osados que se atreven como Fran García que traza una diagonal hacia dentro. Extremos comprometidos como Álvaro que hace el primer partido algo no visto el año pasado, ¡UNA COBERTURA! Un lateral que ve el espacio y en lugar de volver al trote señala el desmarque, llega hasta el fondo y la pone atrás donde debe ir tras los arrastres el extremo del lado contrario. Isi, atento, se anticipa al defensor y anota (0-1). Audacia y orden. Bronski Beat o los Communards con Jimmy Sommerville como voz cantante y el Canon de Pachelbel a la vez. La repanocha.
Al rato entraron Mario Suárez y Trejo, veteranía y control y el Mallorca puso a Salva Sevilla, canas y faltas con mala baba. Luego Saveljich por Velázquez, cancherismo por impetuosidad y Jony por ganar (o perder) tiempo. El Rayo casi ni sufrió.
Un balón a la escuadra de Morro en el descuento pudo cambiarlo todo,pero Miguel voló hasta allí con la misma fuerza que mandó a su tocayo Ortiz en la camiseta lucida (y lúcida) antes del comienzo del choque (cuídese, delegado,un abrazo ) e hizo viajar en avión los tres puntos hasta el barrio.
No es oro todo que reluce y,obviamente hay cosas que pulir. La tarjeta inicial de Catena de todos los días, la de Saveljich que se gana amarillas hasta en la grada o la falta de Álvaro al borde del área propia en el último minuto, más por cansancio que por falta de concentración son detalles que pueden devolvernos a la anterior condición de Jaimitos o mujeres barbudas y dar al traste con todo el trabajo,pero soñamos con un equipo que no regalara el balón y terminara las jugadas y ahí lo tenemos. Es un milagro,parece ser el de la gente normal,sin alardes, y que habrá que ir confirmando, pero lo de este equipo es como lo de las faltas con tarjeta, un arranque prometedor.
Ironias de la vida,como dice un buen amigo, el club con una afición con el ADN más característico, propio,único, insobornable e intransferible podría haber dado en la tecla con un técnico sin ADN rayista, sin filias ni fobias previas,sin deudas con nadie y con ganas de crecer como profesional si le dejan.