
El Rayo Vallecano está viviendo el peor momento de la temporada. Tras encadenar seis jornadas sin ganar, los de Iraola se han ido alejando lentamente de los puestos europeos y han comenzado a percibir en cierto grado la ansiedad de los puestos de descenso. Con 12 partidos todavía por disputarse, el equipo de Vallecas tiene ante sí la posibilidad de cambiar la dinámica ante el Valencia, su próximo rival.
Para ello los de Iraola cuentan con una mini-pretemporada: 15 días desde el choque ante el Girona y antes del duelo en Mestalla. Tiempo par recargar pilas, desconectar y volver con energía al tramo final y decisivo de la temporada. El vestuario está conjurado y pensando ya en el trascendental encuentro ante el Valencia, ya que el cuadro ché actualmente marca el corte con los puestos de descenso con 26 puntos, a 10 del cuadro franjirrojo. De ahí que el encuentro del lunes 3 de abril sea trascendental para ambos clubes.
El vestuario rayista sabe que tiene en su mano romper con la mala dinámica de resultados y dar un golpe en la mesa para poder vivir el final de temporada de una manera tranquila. Son conscientes de que ganando en Mestalla tendrían la salvación prácticamente conseguida y una derrota reduciría a siete puntos la diferencia con los ché y por tanto, el miedo del descenso ya sí que planearía abiertamente sobre la Albufera.
De ahí que Iraola va a tratar de tener a todo su equipo enchufado en estos 15 días que tiene de preparación entre Girona y Valencia, 15 días para mentalizar al equipo y hacerles creer que el objetivo de la temporada pasa por Mestalla.
