Supe que el Rayo ganaría gracias a un feliz despiste. Alguien decidió en mi casa que, ya que podíamos invadir el área sanitaria contigua a mi hogar para desgracia de nuestra IDA presidenta y pequeña y humilde felicidad de barrio obrero , lo mejor sería ir al super y gastarse lo ganado en un turno de trabajo en comida, bebida y claro está, desinfectante.
La lista de la compra está para lo mismo que la libertad condicional de Morgan Freeman en “Cadena Perpetua“, para quebrantarse y terminar siendo feliz con Andy Dufresne en Cihuatanejo comprando quesos de los buenos , cervezas, vinos, chocolates o lo que a cada uno le lleve al Edén. Dicho esto, horas mas tarde descubrimos que habíamos hecho otro tipo de Eden, el Hazard. Nuestro mas joven heredero, niño talentoso y eterno mimosín pidió para merendar un Cacao Instantáneo con una actitud digna de “Malas Noticias Brown” y caímos en la cuenta del olvido . Recordé a José Pozo marcando en el Etihad con el Manchester City , su maleta llena de sueños y el Colacao. En su mente y en la de Maffeo sonaba extraordinario. No les ha ido como en sus sueños mas elevados del anuncio de Nutrexpa, pero uno juega en Vallecas y otro para Michel I del Valle, casi nada.
Me alivió esa sensación positiva previctoria, optimisma y proPozo tras una semana de conspiranoia. Creo que fue por ver de nuevo la serie Utopía. En ella, aviso de spoiler, grupos de las altas esferas crean un supuesto virus (la gripe rusa) y su teórica vacuna que no es mas que otro virus con el que esterilizar a gran parte del planeta. La historia, que nos podría sonar de algo me hizo ir más allá. ¿Podría el astuto Andoni Iraola, sabedor de la escasez de recursos en algunos puestos de la plantilla rayista haber perpetrado una debacle en Ponferrada para urgir a la directiva franjirroja a contratar refuerzos? Mi otro hijo me habló del utilitarismo y de la famosa “El fin justifica los medios” atribuida desde a Maquiavelo hasta a Napoleón pero probablemente leída por primera vez a Baltasar Gracián o a Hermann Busembaum. Le di una vuelta a la idea, lo reconozco, pero esa genialidad se convertiría en ingenuidad en manos de una directiva con métodos maquiavélicos y gestión del siglo XVI y la deseché.
Llegaba a Vallecas el Málaga, aparentemente la víctima perfecta, pero equipo en ascenso, gente joven y prometedora, con otro pero; ellos no habían hecho ninguno anuncio en la tele. Ese factor determinante, unido sin duda a los rayajos verdes de la camiseta malacitana desarboló por completo a un visitante superado y acomplejado por un Rayo en el que ciertas ausencias marcan tendencia y declaran intenciones.
La ocasión la pintaban calva y contra jóvenes audaces, fuertes y verdes el allenatore rayista puso a un joven costasoleño como el fuoriclasse de Pozo y claro, a Isi. Ambos maduros y uno sin pelos en la bota entraron en el partido de modos distintos. El murciano provocó un ¡Pijoooo!, un ¡Achooo! y a la tercera un penal que resolvió como quien pone un sello en la oficina, ficha o se toma un café de la maquina, una rutina que cumplir, nada con lo que ponerse nervioso (1-0). El otro lado del triángulo de las Bermudas con origen en Cádiz sintió envidia. Álvaro puso un centro con malas intenciones pero con peligro relativo y Einstein, que nunca dijo aquello de “Todo es relativo ” pero sí que “Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando resultados diferentes” dio en el clavo gracias al zaguero Juande que convirtió el centro en gol para los locales (2-0).
El partido era plácido, cómodo, sin tensión para todos menos para Advíncula que siguiendo por Einstein pareció decir a algún malaguista “No te preocupes por tus problemas con las matemáticas, los míos son mayores” y antes de irse con Perú se enzarzó en algún amago de gresca y casi facilita el recorte visitante perdiendo su marca en una acción sin peligro.
Tras el descanso los jugadores del Santa Inés salieron canturreando “Es el colacao, desayuno y merienda, es el colacao el tercero en la contienda llegará, llegará”.
El dorsal 14 rayista , desaparecido en el triangulo lo intentó en posición adelantada, luego Pozo se precipitó y repitió suerte y a la tercera José, chico listo se frenó en la carrera cuando nuestro divino Isi le regaló el gol . Pozo tras un control instantáneo y un remate turbo remató a las mallas a imagen y semejanza de la victoria rayista, sin grumos. (3-0).
Salió Antoñín y le dijo a los capos “fichad, fichad malditos”. En un ratito desbordó por la izquierda en un gran detalle y remató a la red con cabezazo picado el primer centro que le llegó (4-0). Luego en honrado gestó pidiendo perdón a quien le formó y alimentó durante un tiempo.
También estuvo Trejo cuando debe, al final para lucir brazalete y mantener el orden y Jony y Andrés para demostrar que hay calidad en cantidad en la zona de tres cuartos.
La defensa con Velázquez, que regresó y pintó un fresco, Catena, limpio como una pátena y Dimi, hoja en blanco, quedaron sin calificar pero como en los embarazos se puede decir que la mejor noticia es que atrás no hubo noticia.
En el medio el buen trabajo de Santi y Oscar y en la banda el de Fran García facilitaron los tres puntos en una actuación en la que prácticamente nadie desentonó . El trabajo fue coral ,no hecho contra el decoro (que me perdonen Ruso, Ramiro, Eva, Angelo o Andres, no fue mi intención, grandes de Barrio) y si en pro de los tres puntos ganados con merecimiento .
La liga no se perderá o ganará en Tenerife pero no conviene ,como en Ponferrada, llegar una hora tarde.