El jugador del Rayo Vallecano, Unai López, volvió a jugar con la Franja dos meses después. El mediocentro jugó 30 minutos, y no lo hacía desde el 5 de febrero frente al Celta.
Una de las grandes noticias en la convocatoria, era el regreso de Unai López. El ex del Athletic había sido baja en los últimos seis partidos de Liga por una lesión muscular, y por fin, volvía a estar disponible para Andoni Iraola. El técnico vasco no quiso forzar al mediapunta, pero sí fue el primer cambio entrando en el minuto 61 sustituyendo a Nteka. Aunque la inferioridad numérica del Rayo y la presión del Granada provocaron que Unai López apenas tuviera participación en el juego.
El mediocentro tuvo un 62% de acierto en el pase, ganó dos de los cuatro duelos que disputó, pero perdió el balón en siete ocasiones y no regateó ninguna vez con éxito. A pesar de que su actuación no fue buena, su regreso dos meses después es una de las mejores noticias para Iraola, que además frente al Valencia contará con la baja de Santi Comesaña por sanción.
Su pasado, el peor enemigo de Unai López
Unai López no se está sintiendo cómodo en su regreso a Vallecas. El futbolista ha jugado 22 partidos entre Liga y Copa y apenas suma 855 minutos, donde solo ha dado una asistencia. Son muchos los factores para que el ex del Athletic no haya acabado de explotar, las lesiones, el gran nivel del mediocampo y sobre todo, las grandes expectativas que había sobre él.
Sus tres goles y tres asistencias en la temporada 2017-2018, del ascenso a Primera División, están pesando mucho sobre Unai López, que se tiene que liberar de su pasado y buscar su mejor nivel para ser una pieza importante en estos nueve partidos ligueros.