En el descanso del partido, con la tentación de cambiar de canal y poner el Atleti imaginé en el vestuario a la escuadra rayista valorando opciones. Embarba pensando en sus ofertas, Pozo soñando ser libre y a Advíncula recordando a sus compañeros que el túnel estaba hecho y podían huir de allí antes de que terminara el plazo del mercado de fichajes. En estas, los lideres naturales, Alberto y Suarez, se emocionaron recordando a Ardiles y Pelé en “Evasión o Victoria” y convencieron a todos de terminar el partido, convencidos de la victoria.
Porque esta es la historia de una victoria, o una evasión, la que es para tantos ver a su franja. O de un largometraje de John Huston, director de la famosa película en la que Silvester Stallone exigió incluir la escena del penalty que no estaba en guión. O de cualquiera de ellos.
“El halcón maltés”, por ejemplo. La dirigencia de la franja, menos querida por gran parte de su afición que una enfermedad contagiosa debe creer que en algún lugar recóndito está la dichosa estatua llena de piedras preciosas que da nombre a la peli, porque a pesar de las invitaciones de salida hace caso omiso y sigue convirtiendo el estadio en escombros buscando el tesoro. Alberto García hace de Sam Spade (o de Bogart) y mira las calles de San Francisco por la ventana de su despacho mientras Aketxe dispara y marca (0-1).
En “La jungla de Asfalto” la afición rayista sale a la calle y pide un trato justo y digno . Mientras tanto el Rayo saca un corner y la zaga deportivista deja a Álvaro rematar solo, pero no hay suerte.
En “Cayo Largo” se cuenta la violenta estancia de unos gansters en un recinto cerrado donde retienen a la dueña real del recinto. No sé , creo que ésta la he visto.
En “La burla del diablo” nadie puede creer que ese remate de Álvaro fuese al larguero ni que Dani Gimenez pudiera volar.
“Moby Dick” es un claro homenaje a la movilidad de la zaga coruñesa en los saques de esquina. Mario Suárez aun se pellizca de incredulidad tras lograr el empate (1-1).
En “Moulin Rouge” Adrián Embarba le hace todo un baile de cabaret a David Simon y centra para Álvaro que, entre lagrimones de la afición por fin resuelve (2-1).
En “Freud, Pasión Secreta”, Huston estudia como el once rayista comienza a complicarse, de nuevo, un partido encarrilado.
En “La horca puede esperar” , Aketxe decide borrarle los tatuajes a Saveljich disparando a su cuerpo en lugar de marcar y lograr el empate para su equipo.
En “Bajo el Volcán” Alberto hace una parada de mérito al remate picado de Kone.
En “El Hombre que pudo reinar” Piovaccari juega al tiro al poste y Pozo, nuestro numero de uno en la línea de sucesión a la corona, cerró el partido y evitó mayores angustias. (3-1).
Hace 125 días pensaba, escribiendo sobre el triunfo rayista ante el Real Madrid en noche electoral, que tendríamos presidente del Gobierno mucho antes de la siguiente victoria de la franja y que también podríamos cambiar de dirigentes en nuestra agrupación, pero seguimos anclados en “El Honor de los Prizzi” (en ambos frentes) . Al menos los hombres de Paco nos han podido dar una alegría en forma de tres puntos.
Esperemos que la temporada no sea un “Paseo por el amor y la muerte”. En ella debutó Angelica Huston como actriz. Nosotros tendremos a Antonio y a “Ulloa“. Luna y Ciclón dentro de un Rayo. A ver si sale el arcoiris y recuperamos la pasión, la emoción, la ilusión. Se está haciendo duro.