El comienzo de la nueva temporada está a la vuelta de la esquina y la Real Federación Española de Fútbol le ha propuesto al Consejo Superior de Deportes modificar los horarios de los partidos disputados durante el verano ante las altas temperaturas.
El objetivo de la RFEF es garantizar la seguridad de los deportistas y de las aficiones. Por ello, le ha trasladado al CSD la idea de que desde el 20 de mayo, hasta el 10 de septiembre, los partidos se jueguen a partir de las 19:30 horas (dependiendo de las condiciones climatológicas), para evitar de esta forma, la disputa de encuentros con altas temperaturas. Esta medida sería llevada a cabo en el caso de que existiera una humedad de más del 70% y una temperatura superior a los 28 grados.
Además, siempre que sea necesario, los árbitros consensuarían con los clubes la posibilidad de detener el partido para la hidratación de los futbolistas. Podrían realizarse una vez en cada parte, con un tiempo máximo de dos minutos y siempre que se hayan superado los primeros 25 minutos.
Esta decisión, lanzada por la Comisión Delegada de la RFEF, se encuentra en manos del CSD, que estudiará dicha propuesta y será el encargado de aprobarla o desestimarla.