Era casi fin de siglo y decidí celebrarlo viendo por primera y última vez viendo a mis dos equipos favoritos en Vallecas.
En el campo, Rayo Vallecano y Atleti dirimieron una contienda igualada ,tanto que al final el marcador señaló un 2 a 2.
La grada sin embargo se inundó de tristeza,rabia,miedo y asco. Los vándalos,suevos,alanos,en definitiva,bárbaros (insultar aquí esta feo,y no me gustaría ofender a los cabestros,animales no culpables de nada en este caso), empezaron a corear a voz en cuello un cántico para todo el que lo quisiera oír “Tos los vallecanos,yonquis y gitanos”. Luego decidieron vaciar sus vejigas en nuestra grada,justo debajo de ellos. Total,para ellos, ultraderechistas capaces de asesinar hinchas rivales aquello era un juego de niños con una impunidad tan vergonzante como lo que sentí al pensar que esos interfectos decían representar a mi otro equipo.
Algo más de un lustro después en mi añorado Calderón, el día que nació uno de mis hijos y con permiso de su madre, harta desde el primer día de tener dos hombres en casa (luego llegó otro hermanito, pobre),acudí con mi cuñado a ver a la selección de Serbia visitando a la española. En otro día de empate, los amantes del terror y del levantamiento y estiramiento de brazo y esvástica quisieron ocupar los que eran habitualmente sus asientos y no dudaron en sacar a golpes a ancianos y niños. Lo juro por la memoria de Manuel Peñalva. Una vez acomodados mostraron, una vez más, su coherencia racional . Alternaban al estilo coro gospel (esto les dolerá si lo leen) cánticos de “Todos los serbios , cámara de gas” con gritos de ánimo para Mateja Kezman , delantero visitante, serbio, pero que no merecía morir en las falsas duchas del nazismo por una razón de peso, ser el ariete colchonero del momento.
A estas alturas os preguntaréis el porqué de esta lata. Muy fácil . Solo soy ultra en mi casa viendo el fútbol por la tele hasta que mi mujer apaga la tele. Sé reconocer a un nazi, a un violento, a un sinvergüenza o a un asesino y aunque luzca mis colores no lo auspiciaré ni justificaré como he mostrado.
Dicho esto, podemos ir al lío. A ese sector de la afición del Rayo que defiende los ideales de un barrio, apoya a los que lo necesitan con todo tipo de acciones reivindicativas y prácticas, desde recaudaciones de fondos, alimentos ropa o material escolar, lucha para que no se nos olvide que somos un barrio obrero y vivimos en él, nos recuerda que convivimos sin problema con quien es o piensa distinto y mantiene al Rayo como aldea gala en este fútbol negocio, como el St. Pauli de la piel de toro, acogiendo a todos menos a quien no tolera, amenaza, amedrenta o violenta al débil LE MADRUGARON. Le hicieron un Sansilvestrada múltiple.
Actores de la misma fueron por orden de aparición:
La supuesta víctima de todo, Roman Zozulya ,aquel jugador que la franja rechazó por la presión del pueblo llano del fútbol para no incluir a un miliciano ultraderechista en su equipo, se mofó de quienes añadieron un insulto (puto, mal dicho) a una descripción de su ideología (nazi), y de quienes disfrutan escuchando el partisano “Bella Ciao” en “La Casa de Papel”y se ofenden,con escasa amplitud de miras y horizontes, de que se le cante dicho himno al delantero, admirador declarado del colaboracionista nazi Stepan Bandera, líder primigenio del ultranacionalismo ucraniano en los 50 del siglo XX y gota de agua de Roman, buscadlo en la Wiki.
El Albacete, que aprovechó que el Pisuerga pasa por Valladolid para;conseguir una suspensión del partido tras quedarse en el campo con un jugador menos por la expulsión de Silvestre;aplazar el partido y jugar días tiempo después con sus 9 jugadores de campo descansados y el partido preparado tácticamente;lograr que el encuentro se dispute sin la presión del público y si cuela, tal como se puede leer en Unión Rayo , obtener la victoria sin bajarse del autobús ya que , nuevas directrices de FIFA instan a dar los tres puntos a víctimas de insultos racistas aunque, si esto fuera así , como diría Pablo Escobar sería un Winwin para la franja, eterno sufridor de clasismo y defensor de la legalidad ante un pelotero defensor de una ideología que, cabe recordar, que a nadie se le olvide,en su manifestación, práctica, manifestación y enaltecimiento es un delito , que sin embargo y desgraciadamente la jurisprudencia ve difícil probar y castigar.
El Rayo Vallecano como club y su presidente, que en su eterno intento de arrinconar a sus detractores mas acérrimos se presentó como víctima, loco de contento y abriendo secretamente la puerta de nuevo a comerse un arrocito en Castellón , ya me entendéis.
El presidente de la LFP, abogado en su momento del Rayo en su proceso concursal y asesor de Raúl Martín Presa, reconocido ultraderechista , que no vería con malos ojos la ilegalización de Bukaneros, ahora mismo alma del Rayo.
Todos ellos perpetraron esta vendetta contra la afición que mas ha querido visibilizar la realidad del fútbol-negocio y protestar contra él, venganza en el sentido más mafioso del término con la aquiescencia de algunos de los medios y líderes de opinión del deporte patrio que, mas interesados en la defensa de sus chirin…intereses comerciales que de la verdad, ponen al mismo nivel a los “radicales del Rayo” que a las bandas “armadas” que infunden pavor en las aficiones rivales.
Es la primera vez que se suspende un partido en España y no ha sido por insultos racistas, como los que sufrió Samuel Etoo y denunció en acta el colegiado Pérez Burrull en , vueltas que da la vida, el Carlos Belmonte de Albacete,ni por tirarle un plátano al Mono Burgos en el Manzanares, banana que Germán, artista del rock, se comió con una sonrisa en el primer zasca futbolero viral, ni por cantarle al actual entrenador del Almería, Jose María Gutiérrez, “Guti, maricón”. Ha sido por declarar persona non grata o no bienvenida a un nazi declarado que ahora se quiere retractar temeroso de perder su medio de vida.
No debemos sorprendernos. A “todos” nos dio igual que un zaguero campeón del mundo condenado por violencia de genero e hijo de un exrayista pudiese ser un maltratador mientras defendiera nuestra camiseta. No nos pareció mal que las dos estrellas planetarias futboleras, delincuentes fiscales confesos , siguieran deleitándonos con sus goles en lugar de cantar a Elvis en el “Rock de la carcel”. Algunos siguen defendiendo a los ex-jugadores del Arandina, condenados a amplias penas de cárcel por delitos sexuales.
Así nos va. Así le va al fútbol . Así le va a ir al Rayo. Una pena todo.