El filial del Rayo Vallecano llegaba a Santa Ana con la obligación de seguir sumando de tres en tres. En la primera mitad dejaba prácticamente resuelto un partido que acababa con 0-3 después del doblete de Molina y el gol de Kevin.
El primer tiempo iba a estar condicionado por el mal estado del césped. Los jugadores del filial tenían que adaptarse para encontrarse cómodos con el balón. A pesar de eso de cara a puerta el equipo fue eficaz.
En un córner en los primeros minutos el balón quedaba muerto en el segundo palo y Molina más listo que nadie adelantaba al filial. No iba a ser el único gol del partido.
Minutos más tarde un centro de Fariña se le complicaba a Molina que dejaba el balón en el área y Kevin que estaba al lado remataba para hacer el segundo y hacer más grande la distancia en el marcador. A pesar del resultado los de Dongil seguían buscando ampliar la ventaja, Manu y Barroso también lo probaron pero desde demasiado lejos.
La primera parte acababa con uno menos en las filas del Santa Ana. Mateos veía la segunda amarilla después de una entrada peligrosa sobre Aguado. El central del Rayo B tuvo que ser atendido por una herida en la cabeza y continuó el partido con un vendaje en la cabeza.
La segunda mitad iba a continuar con el mismo problema de la primera parte: el césped. El filial quería sentirse cómodo con el balón pero moverlo entre el barro eran complicaciones constantes.
En el minuto 60 Molina recibía un balón filtrado a la espalda de la defensa y con sangre fría la cruzaba para hacer el tercero. Dongil movió el banquillo para quitar a Kevin, que tenía molestias y a Aguirre. Entraban Raúl de Tomás y Marc Echarri.
Con ellos en el campo el ataque iba a ser el mismo, buscando más goles. Pocos minutos más tarde Molina tenía el cuarto pero por poco no entraba ese balón.
Con el partido ya resuelto y el 0-3 en el marcador el Rayo B sigue en la zona alta de la tabla. La próxima semana recibirá al Alcalá en casa.