Este martes 15 de diciembre se cumple un año del primer partido suspendido en España por los gritos escuchados desde la grada. En este caso, fue en Vallecas entre el Rayo Vallecano y el Albacete.
Una decisión que generó gran polémica cuando se acusó de gritos racistas a la hinchada vallecana cuando precisamente lo que se denunciaba era una presunta conducta racista de un jugador del Albacete (Roman Zozulya). Quien años antes se había cancelado su fichaje por el Rayo tras las protestas de la afición franjirroja.
Durante el descanso, tras recibir estos gritos el futbolista y sus compañeros se negaron a saltar al campo. Algo que fue respaldado por su club y el mismo Rayo Vallecano. El colegiado del partido, López Toca, suspendió el encuentro. La afición del Rayo tuvo que abandonar las gradas del estadio de Vallecas.
Al día siguiente el Rayo y la plantilla rayista condenó lo ocurrido en el estadio de Vallecas a través de un comunicado. Un hecho que aún no olvida mucha de la hinchada franjirroja quien considera que debieron defender a la afición rayista.
A continuación quedaron meses de espera para conocer la sanción al club. Puerta cerrada, una multa y cierre parcial del estadio fue la primera sanción. Aunque el Rayo recurrió esta decisión.
Finalmente el encuentro se reanudó en el primer partido en España tras la pandemia y sin polémica de jugar sin público ya que todos los encuentros se jugaron a puerta cerrada. Un gol de Advíncula dio el triunfo al Rayo en los segundos 45 minutos disputados.