EL TERCER TIEMPO
La victoria del Rayo Vallecano en Almería ha servido para dejar claro que este equipo está enchufado. Que gana al “tran tran”, como los grandes, sin desplegar grandes dosis de buen juego. Con pausa cuando hay que ponerla, velocidad cuando así lo estipula el partido, defensa cuando es menester, y goles cuando hay que anotarlos. Pero sobre todo, con un equipo en el que todos están enchufados.
Unión
Opino, como muchos de vosotros, que las sensaciones que desprenden las personas son la clave de los equipos de fútbol, de sus integrantes. Cuando te topas con un conjunto de jugadores que no dan pie con bola, que miran al vacío, que no se sienten protagonistas y que no sonríen, … mal vamos (sirva como ejemplo el Rayo del año 2016). Por contra, cuando tienes un gestor como el actual entrenador del Rayo Vallecano, Míchel, que ha sido capaz de enchufar a todos sus integrantes, que les ha sabido transmitir su filosofía, la importancia del “partido a partido”, y tienes un grupo que sonríe, que aprieta los dientes, que tiene altas y bajas pero que todos salen y saben lo que hacen, a lo que juegan, la situación cambia. Este Rayo Vallecano está enchufado y eso es garante absoluto de éxito. Este Rayo huele a éxito, y este 2018 puede escribir en mayúsculas el nombre del Rayo Vallecano de nuevo en la Historia del fútbol español.
En Almería, Míchel no tuvo alternativa en cuanto a la pareja de baile de Dorado se refiere. Abdoulaye Ba le acompañó y cuajó buen partido. No desentonó y ahora reivindicará su hueco en el equipo: quiere estar. También sorprendió la titularidad de Bebé; bueno, quizás todos esperábamos más del portugués. Ha llegado tarde y no acaba de adaptarse al esquema, pero de aquí a final de temporada tiene que ser una pieza clave.
Pero me quedo con esa foto de grupo en el vestuario. Con el vestuario unido. Con el rayismo empujando en masa, todos a una. En Almería se dio un nuevo paso, se sumaron tres puntos y cada paso que das al frente, menos margen de maniobra le dejas a tus rivales. Quedan 12 partidos y amigos, el sueño está cada vez más cerca. Sí se puede.