Wilfred es un auténtico ídolo para todo el rayismo. Por su amor a unos colores, por su personalidad y sobre todo por su manera de entender el fútbol y la vida. Esta vez, gracias a la cuenta de twitter @futbolcarroza, que recopila anécdotas futbolísticas del pasado, y el usuario @futbolvideonet, hemos conocido una nueva historia del querido portero nigeriano. Un pequeño suceso curioso que seguro gusta a los amantes del fútbol clásico a pesar de ser un día triste para el amado portero rayista.
El símbolo de Vallecas
Hay que remontarse a la temporada 90-91. El Rayo Vallecano de los García Cortés, Argenta, Ortiz, Pruden, Wilfred y compañía visitaba Los Arcos, el campo del Orihuela. Al finalizar el partido con victoria rayista por 2-4, el meta africano no abandona el campo y se queda buscando algo en su área: se le había caído una cadena de oro muy importante para él porque se la había regalado su madre. Al verlo, los chavales del cadete del Orihuela (entre ellos el usuario @futbolvideonet) no dudaron en ayudar al portero.
La joya tenía un gran valor sentimental para Wilfred, que no quería salir del estadio sin ella. A pesar de los esfuerzos de los chicos del Orihuela y de estar un buen rato buscando, desgraciadamente no la pudieron recuperar. Wilfred se marchó llorando a los vestuarios de un terreno de juego que seguramente nunca olvidó, en un día que probablemente se le quedó grabado como uno de los más difíciles de su vida deportiva.