Día D, Hora H. Así se le llama al momento justo en el que las tropas aliadas desembarcaron en Normandía. Lo hicieron bajo la lluvia, en medio de una tormenta y jugándose todo en aquel punto y lugar exacto de la costa francesa. Similar al Rayo Vallecano de Míchel, que contra el Villarreal desembarcará en el estadio de Vallecas en un clima difícil, tormentoso, en el que entrenador y equipo se la juegan. Es un día vital y clave, no hay duda, pero también un momento para empezar a despegar y salir del barro.
No se pueden dejar pasar más oportunidades. Ni la plantilla ni Míchel se lo pueden permitir. Contra el Villarreal, Vallecas volverá a alentar a los suyos en busca de una primera victoria que puede suponer un punto de inflexión. Y es que nadie se merece más un triunfo que los aficionados rayistas, que a pesar de la situación, siguen apoyando en cada encuentro a los suyos. Por eso, los tres puntos tienen que quedarse esta vez en casa franjirroja, por el bien de todos.
Jornada 12, 6 puntos y sin ganar en casa. Día clave para empezar a sumar contra un rival también herido y en horas bajas. Rival al que se le tiene ganas por la temporada del descenso, cuando cayeron estrepitosamente en la última jornada en Gijón provocando el descenso rayista. Por supuesto, no va a ser fácil. En estas crisis, nunca es fácil cortar la mala racha y coger la inercia positiva, pero se agota el tiempo. Especialmente y como ya sabemos, para Míchel y también para un equipo que de no empezar a sumar se verá cada vez más en el pozo. Clasificatoria y mentalmente hablando.
El bucle negativo tiene que acabar y los jugadores deben dar un paso adelante. Del primero al último. No dejarse atenazar por los nervios y la presión, aunque es difícil en una situación como esta. Eso sí, no todo es actitud y los errores se pagan como se ha visto durante toda la temporada. Se da por hecho de que la gente de Vallecas no dará la espalda a los suyos, ni a su querido Míchel. Pase lo que pase, Vallecas no suele olvidar ni para lo bueno ni para lo malo. Veremos si al final del día sigue la tormenta o se despejan un poco los nubarrones que ahora mismo planean sobre el Rayo Vallecano.