Es probablemente el último gran recuerdo de Vallecas en lo que al Rayo Vallecano y lo futbolístico se refiere. Una noche mágica que terminó con un 1-0 ante el Lugo y una celebración histórica en la fuente de la Asamblea.
Pues bien, hay un jugador franjirrojo que no quiere olvidar nunca esa temporada y se la ha tatuado en su brazo derecho: Emiliano Velázquez.
Desde que llegó a Vallecas, el central siempre ha sido uno de los más cercanos a la afición. Conectó al instante con la grada y es habitual verle entre los aficionados disfrutando de los partidos de sus compañeros cuando ha estado lesionado
El uruguayo se encuentra actualmente recuperándose de una lesión grave de rodilla que le ha impedido debutar esta temporada. Eso sí, ya está en la última fase de su recuperación. De hecho, antes de que estallara la pandemia de coronavirus, ya estaba tocando balón junto a sus compañeros.