La incertidumbre financiera en torno a la pensión de jubilación es una preocupación común para muchos trabajadores españoles. Ante la posibilidad de que los ingresos provenientes de la Seguridad Social puedan no ser suficientes para mantener un nivel de vida deseado durante la jubilación, es crucial conocer los mecanismos disponibles para aumentar la base de cotización y, por ende, la pensión recibida.
En este año 2024, la edad ordinaria de jubilación se ha elevado en dos meses en comparación con 2023, alcanzando los 66 años y seis meses para aquellos con menos de 38 años cotizados. Sin embargo, si alguien tiene 38 años o más cotizados, aún puede jubilarse a los 65 años.
El sistema de cálculo de las pensiones en España se basa en las contribuciones a la Seguridad Social realizadas a lo largo de la vida laboral del individuo. Se toman en cuenta las bases de cotización de los últimos 25 años antes de la jubilación, promediadas y ajustadas según ciertos coeficientes. Sin embargo, existen opciones para mejorar este panorama y asegurar un retiro más cómodo.
Cómo mejorar la pensión de jubilación
Una alternativa accesible es la jubilación demorada, que permite a los trabajadores seguir en activo después de alcanzar la edad ordinaria de jubilación. Actualmente, esta edad se sitúa en los 66 años y seis meses, aunque puede variar según los años de cotización acreditados. La ventaja de esta opción radica en que por cada año trabajado después de la edad de jubilación, se otorga un incremento del 4% sobre la base reguladora de la pensión. Esto significa que cada año adicional en el mercado laboral puede traducirse en un aumento significativo en los ingresos de jubilación.
Otra opción a considerar es la jubilación flexible, que va a permitir a los trabajadores poder reducir su jornada laboral mientras reciben la pensión de jubilación. Esta modalidad ofrece la flexibilidad necesaria para adaptarse a las necesidades individuales, ya que la jornada se reduce de manera proporcional a la cuantía de la pensión percibida. De este modo, los trabajadores pueden disfrutar de una transición gradual hacia la jubilación completa, manteniendo una fuente de ingresos estable.
Jubilación parcial y convenios especiales
Para aquellos que desean reducir su carga laboral de manera más significativa, la jubilación parcial es una opción a considerar. Esta modalidad va a permitir una reducción de la jornada laboral de entre el 25% y el 50%, e incluso hasta un 75% si se contrata a una persona desempleada o a un empleado temporal. Además de disfrutar de una menor carga laboral, los trabajadores pueden complementar sus ingresos con la pensión de jubilación, lo que les brinda una mayor estabilidad financiera durante la transición a la jubilación completa.
Por último, los convenios especiales con la Seguridad Social también ofrecen una opción para aquellas personas que desean crear, conservar o incrementar su derecho a prestaciones. Estos contratos van a permitir a los trabajadores realizar contribuciones mensuales a la Seguridad Social, lo que garantiza un mayor nivel de protección social en el futuro. Aunque estos convenios implican un desembolso mensual por parte del trabajador, pueden ser una inversión valiosa para asegurar un retiro digno y sin preocupaciones.
Por tanto, existen diversas estrategias para aumentar la base de cotización y mejorar la pensión de jubilación en España. Desde la jubilación demorada hasta los convenios especiales, cada opción ofrece beneficios únicos que pueden adaptarse a las necesidades y preferencias individuales. Al conocer estas alternativas y planificar con anticipación, los trabajadores pueden asegurar un futuro financiero más sólido y disfrutar de una jubilación sin preocupaciones. Es crucial difundir esta información para que todos los trabajadores puedan tomar decisiones informadas sobre su futuro financiero y bienestar durante la jubilación.