El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha implementado un subsidio específico dirigido a personas mayores de 52 años que se encuentran en el umbral de su jubilación, ya sea de forma forzosa o voluntaria. Esta ayuda se distingue por su capacidad de ser percibida hasta la edad legal de jubilación, proporcionando una continuidad en los pagos que contribuyen al sistema de pensiones.
Una de las características únicas es que se trata del único subsidio que cotiza para la jubilación, representando un 125% de la base mínima de cotización vigente, que actualmente se estima en 1.458,37 euros mensuales, basándose en una base de 1.166,70 euros al mes.
Este escenario plantea tanto ventajas como posibles inconvenientes para los beneficiarios.
- Por un lado, permite mantener una continuidad en las cotizaciones hasta la edad de jubilación ordinaria, lo cual es beneficioso para aquellos con historiales de cotización más bajos.
- Sin embargo, para aquellos con un historial de cotización más elevado, podría ser más ventajoso optar por la jubilación anticipada, que puede ser tanto forzosa como voluntaria.
Cambios en el subsidio que afectan a la jubilación
Antes de los cambios normativos implementados el 12 de marzo de 2019, los receptores de este subsidio estaban obligados a aceptar la jubilación anticipada en caso de cumplir con los requisitos legales para ello, lo que podía resultar en la pérdida de derechos al jubilarse antes de la edad ordinaria. Sin embargo, con las modificaciones introducidas en la Ley General de la Seguridad Social (LGSS), los beneficiarios ahora tienen la libertad de elegir si desean seguir recibiendo el subsidio hasta la edad legal de jubilación o si prefieren jubilarse anticipadamente.
En la actualidad, la edad de jubilación se ha ido incrementando progresivamente, pasando de los 65 años en 2013 a los 67 años, que será la edad de jubilación estándar para los españoles en 2027. Este aumento progresivo implica que la edad de jubilación para este año 2024 sea de 66 años y 6 meses para aquellos con menos de 38 años de cotización, mientras que para aquellos con 38 años o más de cotización, la edad de jubilación es de 65 años.
Jubilación anticipada
La jubilación anticipada puede adelantarse dos o cuatro años con respecto a la edad ordinaria, dependiendo de si es voluntaria o forzosa, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos específicos:
- En el caso de la jubilación anticipada por desempleo, se pueden adelantar hasta cuatro años si se cumplen ciertas condiciones, como haber sido despedido debido a un ERE, despido objetivo por causas económicas, entre otros.
- En cuanto a la jubilación anticipada voluntaria, esta puede adelantarse hasta dos años, siempre y cuando el solicitante tenga al menos 35 años cotizados en el momento de la solicitud, y el importe de la pensión a los 65 años supere la pensión mínima establecida.
La elección entre seguir recibiendo el subsidio hasta la edad legal de jubilación o optar por la jubilación anticipada dependerá de la situación financiera y laboral de cada individuo. Habrá quienes encuentren más beneficioso seguir cobrando el subsidio, mientras que otros podrían preferir jubilarse anticipadamente, considerando la cantidad total de ingresos y la estabilidad financiera a largo plazo. En cualquier caso, esta medida ofrece a los trabajadores mayores una mayor flexibilidad en la planificación de su retiro y les permite tomar decisiones más informadas sobre su futuro financiero.
Además, es importante mencionar que el SEPE establece límites en los ingresos de los desempleados para acceder al subsidio para mayores de 52 años. Esto implica que algunos individuos podrían verse inclinados a optar por la jubilación anticipada si consideran que les proporcionará una mayor estabilidad económica en comparación con el subsidio ofrecido.
El subsidio para mayores de 52 años, gestionado por el SEPE, ofrece una opción vital para aquellos que se encuentran en el umbral de la jubilación. Su capacidad de cotizar para la jubilación y su flexibilidad en términos de elección entre la jubilación anticipada y seguir recibiendo el subsidio hasta la edad legal de jubilación proporciona a los beneficiarios la oportunidad de tomar decisiones financieras que se alineen mejor con sus necesidades y circunstancias individuales.