Adrián Embarba firmó ayer su renovación con el Rayo Vallecano para las próximas tres temporadas. Sin duda una noticia que muchos no se la hubiesen creído hace unos meses. Porque sí, mucha gente vio a Embarba fuera del Rayo. En Leganés, en Granada, en Vitoria, en cualquier sitio menos en Vallecas. Porque creen que no siente los colores o que está ‘manchado’ por haber estado en la plantilla de Anoeta.
Renovación con el Rayo Vallecano
Pues bien, ayer Embarba dio un paso adelante para que el Rayismo, o al menos la parte de la afición que duda de él, al menos se replante su opinión respecto a él.
El extremo quedaba libre en junio del próximo año y en apenas diez días podía haber firmado por el equipo que hubiese querido. Se hubiera podido ir de Vallecas si quisiera. Como hicieron otros, incluso otros que no han tenido que pisar Segunda División.
Embarba está siendo un jugador importante en esta primera vuelta para el Rayo Vallecano. Cuatro goles y siete asistencias (máximo asistente de la Liga). Sin duda su continuidad es una buena noticia para el conjunto vallecano. Deportivamente este año está siendo decisivo dentro de ese tridente ETT.
Desconozco el tipo de contrato que ha firmado. Si se le habrá bajado la cláusula. Si habrá alguna modificación si el equipo no asciende. Pero creo que lo más fácil hubiese sido irse. Y a día de hoy ha sido valiente.
Su renovación me parece un gesto que la afición, repito a día de hoy, tiene que recibir como algo positivo en su compromiso. Demuestra que quiere seguir vinculado al equipo que le dio la primera y única oportunidad; y que quiere hacer las paces definitivas con el Rayismo.