La opción de la jubilación anticipada voluntaria surge como una alternativa para aquellos trabajadores con largas trayectorias laborales que desean retirarse antes de alcanzar la edad ordinaria legal para la jubilación.
Sin embargo, esta elección conlleva una serie de implicaciones financieras que requieren una evaluación minuciosa por parte de los potenciales beneficiarios.
Para comprender a fondo el impacto económico de la jubilación anticipada, es esencial examinar los requisitos establecidos por la Seguridad Social española y los coeficientes reductores aplicables.
- Para acceder a la jubilación anticipada voluntaria, los trabajadores deben contar con al menos 35 años de cotización, de los cuales dos deben situarse dentro de los últimos 15 años previos a la solicitud.
- La pensión resultante debe superar la pensión mínima vigente, asegurando así un ingreso mínimo mensual para el beneficiario.
Reducciones con la jubilación anticipada
Sin embargo, la decisión de jubilarse anticipadamente viene acompañada de una reducción en la pensión que puede variar considerablemente según los años cotizados y la cantidad de meses que se adelante la edad ordinaria de jubilación. Estos coeficientes reductores pueden oscilar desde un modesto 2,81% hasta un significativo 21%, lo que representa un impacto considerable en los ingresos de jubilación.
Por ejemplo, un trabajador que decide jubilarse a los 63 años en 2024 podría enfrentar una reducción del 21% si cuenta con menos de 38 años y 6 meses cotizados, mientras que si tiene 44 años y 6 meses cotizados, la penalización sería del 13%.
Este escenario pone de relieve la complejidad de la decisión de jubilarse anticipadamente. Si bien esta opción puede brindar libertad y tiempo adicional para disfrutar de la vida después del trabajo, también implica importantes sacrificios financieros. Por lo tanto, es fundamental que los trabajadores evalúen cuidadosamente su situación financiera y sus objetivos de jubilación antes de tomar una decisión.
Además de los coeficientes reductores, otro aspecto crucial a considerar es la posibilidad de que la pensión resultante, después de aplicar estos coeficientes, supere la pensión máxima establecida por la Seguridad Social. En tal caso, se aplicaría un recorte adicional de hasta el 5,7%, lo que añade otra capa de complejidad al proceso de toma de decisiones para los potenciales beneficiarios.
Es importante destacar que la jubilación anticipada no solo tiene implicaciones financieras a corto plazo, sino que también puede afectar la estabilidad económica a largo plazo de los jubilados. Por ello, es esencial que quienes estén considerando esta opción busquen asesoramiento financiero profesional para comprender plenamente las consecuencias de su elección y tomar decisiones informadas sobre su futuro financiero y bienestar en la jubilación.
Por tanto, la jubilación anticipada voluntaria en España ofrece a los trabajadores la posibilidad de retirarse antes de la edad ordinaria legal, pero conlleva penalizaciones en la pensión que pueden tener un impacto significativo en sus ingresos de jubilación. Antes de optar por esta modalidad, es fundamental comprender plenamente las implicaciones financieras y considerar cuidadosamente los objetivos personales y financieros a largo plazo.
Jubilación anticipada involuntaria
Por otro lado existe la jubilación anticipada involuntaria que se produce cuando un trabajador se jubila hasta cuatro años antes de la edad de jubilación ordinaria debido a circunstancias fuera de su control. La Seguridad Social solo la concede si el cese laboral ocurre por razones ajenas a la voluntad del trabajador.
Para optar a la jubilación anticipada de manera involuntaria, el trabajador debe cumplir alguno de los siguientes requisitos, los cuales implican la terminación de su relación laboral de forma no voluntaria:
- Ser despedido en el marco de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) debido a causas técnicas, económicas, organizativas o de producción.
- Ser despedido conforme al artículo 52 del Estatuto de los Trabajadores, por «ineptitud del trabajador conocida o sobrevenida con posterioridad a su incorporación efectiva en la empresa».
- Ser despedido tras el fallecimiento, jubilación o incapacidad del empleador, o que el contrato finalice por una causa mayor.
- Experimentar un despido debido a una extinción del contrato contemplada en la Ley Concursal.
- Ser una trabajadora víctima de violencia de género que se vea obligada a renunciar a su empleo por este motivo.