Santi Comesaña fue una de las grandes novedades del Rayo Vallecano ante el Albacete. El mediocentro regresó a los terrenos de juego siete meses después de su lesión.
El jugador gallego, en los micrófonos de Juego de Plata de Onda Cero, relató como empezaron las molestias: “Fue difícil. Estas bien un día y luego a los dos días mal. Van pasado los meses y sigue el dolor. Me costó que dejase de doler pero el parón me vino bien en ese sentido”.
El mediocentro confesó que no fue fácil detectar la lesíon: “No era una pubalgia, era como una hernia inguinal en la zona. Como que cogía un poco la zona del pubis. Todo era difícil de saber porque no se sabía como tirar. Dabamos una solución para una de las lesiones, luego para otra… Se optó por el quirófano y fue lo mejor. (..) No era fijo saber lo que tenía pero al final se solucionó”.
“Iba con miedo a entrenar el primer día tras la operación pero me seguía molestando de la última vez. Empecé con dudas pero mi máximo dolor era al darle al balón. Veía las estrellas. Pero cuando volví tras la pandemia vi que no me dolía y parecía una pierna nueva”, afirmó.