Si se cree y se trabaja,se puede.
Los herederos de Dickens van a pedir regalías. Otra vez.
Esta crónica debió llamarse “Don Álvaro o la fuerza del sino”,pero el título ya estaba cogido .
El Rayo Vallecano empató en el Metropolitano con el Atlético de Madrid en un encuentro en el que terminó jugando “como en casa” .
Como pueden leer en Unión Rayo, la franja firmó sus dos últimos “exilios” en Las Margaritas de Getafe y en el lugar que fue durante unos minutos cementerio indio, el Civitas Metropolitano, cosa que pudo notarse en ambos partidos.
Los de Iraola hicieron una “peineta” a los de Simeone en un partido en el que aparecieron de nuevo fantasmas en los dos equipos y se hizo una representación suigeneris de “Cuento de Navidad”.
El coliseo rojiblanco intimida por fuera pero los jugadores colchoneros no lo hacen desde dentro. Así, los visitantes probaron las manos de Grbic desde el principio y su actuación fue un reflejo del partido en el que el Atleti nunca pudo frenar del todo al Rayo.
Fran García se unió al club de víctimas de la presión repentina del Atleti y su habitual salida hacia dentro para superar al rival se convirtió en una trampa. Griezmann robó y Morata definió. El sueño húmedo del Cholo (1-0).
La experiencia dice que al Atleti hay que resistirle para luego acorralarle. Es un libreto tan visto como difícil de contrarrestar porque los rojiblancos tienen fama de equipo sólido y en plenitud física lo son.
Tras el descanso y con la entrada de Comesaña por Pozo, que sigue allí instalado, comenzaron a aparecer los fantasmas para ambos equipos.
Pathe Ciss pudo empatar en un remate de cabeza estorbado por Giménez y Morata pudo sentenciar esta vez molestado por Balliu. El partido fue convirtiéndose con las entradas de Camello y Cunha en un festival.
El brasileño pudo acabar con las ilusiones de la franja hasta en tres ocasiones pero eligió mal y abrió definitivamente una Edición Blanca y Roja, otoñal y veraniega del Cuento de Navidad de Dickens.
En ella estuvo por sorpresa muy presente Antoine Griezmann, fantasma del pasado, presente y futuro que se marcó un partido para sonrojar a sus compañeros.
También reconocible fue Diego Pablo Simeone en su versión de Ebenezer Scrooge. En un guión algo desordenado apareció Sergio Camello, el fantasma del futuro colchonero para superar a Giménez y cruzar la pelota cerca del palo.
Sobre la hora apareció José María Giménez, el fantasma del presente para protagonizar un penalti de VAR en unas manos tan torpes como difíciles de guardar. Justo allí estaba Radamel Falcao, fantasma del pasado para hacer su trabajo y convertir el empate desde los once metros. (1-1).
Total, que el Rayo ha empatado en el Camp Nou y el Metropolitano y navega en tensa calma en medio de la tabla. Esta vez tocó con rotaciones la de medio cal. Pues ni tan mal.
PD: Al llegar de trabajar y de madrugada a casa, recibí una sorpresa de mi universitaria y colchonera hija, dos entradas para el próximo partido de Champions en el Metropolitano. Entre risas la recordé que el último partido que vi en ese campo fue un Atlético-Mónaco en el que Radamel Falcao García, también en un club rojiblanco, fallo un máximo castigo.