“La afición del Rayo Vallecano siempre nos trata con respeto pero siempre hay un tonto ” (Lucas Ocampos)
“Bufandas al cielo. Aitor, va por tí” (Bukaneros).
No pasará a las enciclopedias de lo futbolístico un nuevo lunes de partido en Vallecas, esta vez contra el Sevilla, pero la derrota del Rayo frente al club hispalense tuvo al menos alguna cosa que contar. Media docena, mas la aparición del “gracioso” del día que tuvo su “highlight”, nada más ni nada menos que meter el dedo en el culo a un jugador visitante.
Por los suelos quedó para los medios el esfuerzo de gran parte de la hinchada franjirroja para que el partido fuera recordado como el de la despedida de Aitor, aficionado rayista que nos dejó demasiado antes de tiempo debido a la imprudencia de otro. Ojalá pudieras ver el cariño de tu gente desde el tercer anfiteatro.
Otra historia del día fue el “affaire” que dio los tres puntos al equipo de Quique. El amor entre Isaac (el otro Isi) y En-Nesyri fue a primera vista, y la dupla que formaron fue inabordable para la zaga de los de Francisco. No conozco los detalles para ser honesto, pero que con 23 años Isaac Romero no haya despuntado con las enormes cualidades que posee es un caso de ojo clínico de los gestores de la cantera sevillista, una academia que suele dar buenos frutos e incluso ha dado oportunidades a jugadores de mucha menos enjundia que al punta de Lebrija.
Fue tal su embrujo que Hernández Maeso le perdonó la expulsión justo antes de que Isaac volviera a hacer de las suyas y mandara a un viaje del IMSERSO a Lejeune y Aridane.
Porque Aridane y Lejeune merecen un capítulo aparte en esta historia. Sin ellos no se puede explicar la victoria sevillista por un tanto a dos.
El canario convirtió en un pase de gol a En-Nesyri un balón profundo de Romero al costado. Lo del scouting del partido por parte del Francisco también es de nota. No entendió que ante dos balas como las puntas de lanza de Nervión hacía falta disponer de un zaguero rápido como Mumin. (0-1).
El parisino dejo controlar el balón a Isaac que no perdió la ocasión de abrir el cuero para que En-Nesyri engañara a Dimitrievski (1-2).
Entre tanto, Isi había anotado el empate tras un gran pase de Espino y Dimi había salvado con su bajo abdomen otro gol del marroquí.
Todo eso en la primera parte, mas una segunda entera de quieros y no puedos para parte de la escuadra local con un lema claro, “no goal, no party” y unos cuantos sustos por parte visitante resumidos en el balón que estampó Lucas Ocampos en el poste de la meta de Dimi.
Al aficionado lejano a Vallecas le costaría entender que con una nómina de delanteros formada por De Tomás, Camello y Falcao el Rayo tuviera problemas para hacer gol.
El problema es tan grave que Francisco ha centrado la posición de Álvaro García al entender que es el único que ve portería y en ese intento le ha quitado profundidad al equipo. También se ha encomendado a Nteka en plena desesperación.
La vuelta de Bebé tras la Copa de África de Naciones encumbrará a otro santo en las plegarias del técnico andaluz.
Alguien dijo que lo bueno del fútbol es que siempre da revancha y el Santa Inés tendrá su oportunidad de atracar su nave en Mallorca y enfrentarse a un equipo al que sufre cuando visita. Llegará algo de alivio en caso de victoria, angustia en caso de empate y terror a tres meses del final de la campaña en caso de derrota.
Se va a hacer largo, sí.