Quiero que cada despedida amarga sirva
Y que el daño en nuestro pecho se repare pronto
Que aunque la vida no vuelva a ser ya la misma
El tiempo sea una brisa llevándose cada escombro (Kany García y Nach)
En recuerdo de Aitor R., Wilfred A. y Aitor Z., muertos pero no olvidados.
El Rayo Vallecano obtuvo un valioso punto en su visita a San Sebastián en un partido donde solo hubo emoción en la grada. El movimiento se demuestra andando y la hermandad entre aficiones se pudo ver con la fusión de blancos, azules y rojos entre los asientos.
El recuerdo cariñoso de los desplazados vallecanos hacia Aitor Zabaleta, víctima inocente de su amor al fútbol y a su equipo y de unos asesinos que ni fútbol, ni equipo, ni nada por el estilo fue lo más bonito del encuentro en el que unos fueron incapaces de perforar la portería contraria y otros ni lo intentaron.
El 0-0 final fue fruto de un proceso de lógica indiscutible. Marx lo expresó claramente. “Hasta un niño de cinco años podría entenderlo. Tráeme un niño de cinco años”, dijo Groucho. Francisco debió plantear a sus jugadores el siguiente silogismo:
Si no metemos gol ni en una piscina y sin gol suyo podemos sacar un punto defendamos la cocina todos juntos, es de Perogrullo.
A eso se dedicó la franja. Si no puedes con el enemigo, frénale. A esa tarea se comprometió y lo hizo francamente bien. Fue un plan sin fisuras que pudo tener la primera cuando Trejo hizo una falta táctica a 80 metros de su arco y Hernández Hernández la castigó con amarilla por ser un ataque prometedor.
La realidad quedó tan alejada de ello como el juego txuriurdin. Sin Merino no hubo tino y sin Take no hubo empaque. Sé que mezclo cualidades, pero es que faltó Traoré y el ataque local fue un paripé. Su profundidad se echó en falta, por dentro les faltó Mikel y por fuera Kubo, el partido se hizo un nudo, un embudo dirigido por Valentín.
Francisco tenía escusa para defender lejos (o cerca) de su área sin ambages. Wilfred nos dejó un 27 de enero y el técnico planteó a sus jugadores un homenaje al cancerbero dejando la puerta a cero.
Quien da nombre al Centro Deportivo Municipal situado en El Pozo nunca perdió contra la Real Sociedad, es más, derrotó a los blanquiazules en sus dos enfrentamientos en los que la afición de Vallecas gozo.
El primero de ellos fue el último jugado por la franja en Atocha. El Rayo venció por 1-2 con dos golazos de vaselina, el primero con la potencia de Visnjic para superar al malogrado Yubero (también ex-rayista, maldito cáncer) y el segundo de Calderón, que con su arte gaditano puso una brisa por encima de Javier. En la cancha estuvo también Paco Jémez que no pudo frenar a Kodro en su gol .
El segundo fue un año después. La franja barrió a la Real por 4-1 con goles de Orejuela (2), Hugo Sánchez y Calderón y Alkiza para los donostiarras. Wilfred tuvo varias intervenciones de mérito y Onésimo volvió loca a la zaga de Toshack.
Los videos de los dos partidos pueden ser vistos en el tremendo canal de YouTube de Ismael Guti .
Si algo se puede decir tras ver los dos amplios resúmenes es que pasados treinta años las faltas tácticas acabaron con la diversión. Ni rastro de ellas en aquellos partidos. Ahora nos llevamos las manos a la cabeza si Oscar Valentín no frena una contra en falta. Imanol Alguacil, presente en la cancha como lateral derecho en ambas derrotas de la Bella Easo, tampoco las perdonaría.
La lesión de Zakharyan dio paso a Brais Méndez. El gallego tampoco pudo hacer nada. Quiso armar el taco pero las líneas franjirrojas estaban unidas con taco químico y aquello, en segundos no hay quien lo separe. Zubimendi lo intentó antes del descanso sin suerte.
La segunda parte del partido fue algo mas interesante. La pancarta en recuerdo de Aitor Zabaleta hizo que el estadio rompiera en aplausos. Más allá de eso, Francisco siguió con su plan. Dio descanso a Trejo, amenazado con su amarilla y trabajo a Nteka.
Hay un nexo de unión claro entre el Chocota y Randy. La desesperación. Mientras el de Santiago del Estero desespera a los rivales escondiendo el balón el parisino desespera a sus compañeros. Nteka convertía balones propios en ajenos con sus dudas existenciales cartesianas.
Iraola se dio cuenta y tras mil oportunidades lo convirtió en eso, un Descarte. Francisco lo sitúa por encima de RDT que no corre y de Falcao que lo intenta pero no llega y claro, aquello se nota.
Los entrenadores buscaron más alternativas. Imanol quiso acabar con la tontería introduciendo a Oyarzabal y Becker. Francisco dio otra vuelta de tuerca con Kike y De Frutos.
El Rayo tuvo algo mas de frescura con Chavarría, sustituto cumplidor durante noventa minutos de Álvaro y De Frutos, desafortunado pero bullidor, incorporado en sustitución de Isi, soldado ayer y pareció querer acercarse a la meta de Remiro pero tampoco.
El buen trabajo de la zaga visitante unido al acierto de Dimi tanto en el arco como fuera de él (debería patentar su lesión de todos los partidos con resultado favorable entre los minutos 75 y 85) hizo que el partido no fuera para recordar pero sí la tarde.
Punto final para cada equipo y punto y seguido en la memoria del cariño entre aficiones que hace del fútbol algo que querer y del recuerdo de jugadores y aficionados, la base de este deporte.
Sit tibi terra levis, Aitor.