
Se acabó el sueño
Partido de vuelta de los cuartos de final de Copa del Rey. Mañana soleada en Vallecas y con una gran afluencia de público. Incluso con la presencia del nuevo entrenador del Athletic Club, Eduardo Berizzo, quien no quiso perderse el encuentro. El tanto conseguido por Álvaro en Lezama provocaba que al Rayo Vallecano le hiciese falta un único gol para poder meterse en las semifinales, pero enfrente había un correoso Athletic Club que no lo iba a poner nada fácil.
Igualdad y disputa
Los de Ángel Dongil salieron con mucha intensidad en los primeros compases del encuentro. Hilvanaban buenas jugadas y llegaban con claro peligro contra la portería bilbaína con Sergio, Alberto y Álvaro especialmente activos. Sin embargo a medida que fueron avanzando los minutos, el conjunto vasco fue encontrándose cada vez más cómodo y pasó a dominar el juego y a gozar de oportunidades de gol. El Rayo Vallecano necesitaba el descanso para recomponerse y aclarar ideas.
En el segundo tiempo, el choque fue mucho más igualado y no hubo un dominador claro. Ambos conjuntos se presentaban en las áreas de forma constante. El partido se convertía en un ida y vuelta. Los franjirrojos, en busca del ansiado gol que les permitiera continuar en la competición, mientras que los visitantes no querían sorpresas y buscaban sentenciar la eliminatoria.
El pase en la cabeza de Martín
Los instantes finales de partido fueron de auténtico infarto. El cuadro vallecano atosigaba el área del Athletic Club y antes de entrar en el tiempo de prolongación, Martín dispuso de la ocasión más clara del partido. Conectó con un gran testarazo un buen centro desde el costado izquierdo, pero cuando ya se cantaba el gol en la Ciudad Deportiva de Vallecas, el remate se estrelló en el palo. Apenas quedaba tiempo y el tanto probablemente hubiera sido decisivo en el resultado final. El encuentro terminaría con dos grandes intervenciones de Dani Merino, evitando de este modo una derrota que simplemente sirve para maquillar la eliminación.
Los futbolistas rayistas se mostraron desolados tras quedar apeados de la competición, pero se llevaron el reconocimiento de toda la afición por haber competido y peleado por el pase hasta el final. Los pupilos de Ángel Dongil ponen de esta manera el punto y final a una gran temporada.
