
En abril de 2011 los Ruiz Mateos ultimaban su salida del Rayo Vallecano. Hoy repasaremos aquel capítulo de la historia de la franja que hizo que el equipo del barrio fuera noticia en todo el país. Con la familia Ruiz Mateos, el Rayo alcanzó su máximo nivel futbolístico pero todo se torció en el momento en el que no empezaron a llegar los pagos a los jugadores y trabajadores del club. Los jugadores tuvieron paciencia y creyeron que la situación se solucionaría pronto, pero no fue así.
La crisis económica de aquellos años afecto de gran manera al empresario y vio como poco a poco iba perdiendo ingresos. Los jugadores empezaron a tener problemas económicos debido a que ya eran demasiados meses sin cobrar. En ese momento apareció la afición para crear la “fila 0”, una iniciativa que consistía en aportaciones económicas para pagar los sueldos empleados del club.
La división entre palco y plantilla más afición se hizo patente. La hinchada se puso al lado de unos futbolistas que tuvieron que lidiar en el día a día con problemas extradeportivos. La plantilla saltaba con pancartas a los partidos ‘Rayo Solución’, gritos de ‘Rayo sí, Rumasa no’ en Vallecas y la presidenta Teresa Rivero, así como parte de la directiva, comenzó a no ir al palco. En el mes de marzo de 2011 se empezó a hablar de una posible venta del club y de posibles compradores. González Sobrino o Carlos González fueron algunos de los primeros nombres que sonaron.
Finalmente el mes de mayo de aquel año se produjo la venta de la entidad al empresario, Raúl Martín Presa. Presa se hizo cargo del club por 968 euros y asumiendo toda la deuda. Afirmó que puso un dinero de su bolsillo para la plantilla al entrar y que el equipo no entraría en concurso de acreedores. Pero la entidad no pudo evitar el concurso.
