LA ESCUADRA
Hoy todo es negativo. El Rayo está muy abajo y tiene complicadísimo no bajar… a LaLiga 1/2/3. Sin embargo, justo hace dos años, el Rayo estaba a punto de bajar a Segunda B. Y parece que fue ayer. Por entonces Míchel cogió un equipo muerto. Ahora lo tiene en peligro, sí, pero en Primera.
Me pongo en el lugar del aficionado allá por 2017. Me juego lo que sea a que hubiese firmado estar como está en febrero de 2019. Qué corta es la memoria, sobre todo si se trata de borrar periodos agonizantes de tu historia. Pues para mí, el balance de Míchel al cargo del equipo es bueno.
Sinceramente, me hubiese parecido tremendamente injusta su destitución, por muy mal que hubiese ido el equipo. Creo que con su trabajo se ha ganado el derecho a estar una temporada completa en Primera división, aunque se descienda. ¿Cuánto vale salvar al equipo de 2ªB y ascender al año siguiente ganando el primer título oficial de la historia del Rayo? Algo de crédito seguro.
Hoy me toca ‘blanquear’ a Míchel, como dicen algunos. “Defender lo indefendible”, dicen otros. En esta vida creo en el esfuerzo y la meritocracia, esa es mi ideología y, en ella, Míchel debe terminar la temporada. Y seguro que no soy el único que lo cree, lo que pasa es que el resto hace mucho ruido cuando sale de la cueva.