El pasado verano de 2018 fue intenso en las oficinas del Rayo Vallecano. Con el retorno a Primera División del conjunto franjirrojo, el equipo tuvo que reforzarse y en nómina tuvo que meter a varios de los fichajes más caros en la Historia rayista.
Millones al banquillo
Tras más de 20 jornadas de Liga transcurridas, las expectativas mostradas al principio del curso han virado, y aquellos futbolistas que llegaban para ser titulares indiscutibles, no han acabado de fraguar en el esquema de Míchel, por distintos motivos.
De hecho, el fichaje más caro en la Historia del Rayo Vallecano, Álvaro García, suele ser uno de los habituales en el banquillo de Míchel. No acaba de explotar y cuando ha sido titular no ha sabido ganarse el puesto. Los cinco millones pagados por el conjunto rayistas están regularmente en el banquillo.
El caso Kakuta es distinto. Comenzó siendo titular y llegó a Vallecas con la vitola de ser el jugador estrella. El Rayo desembolsó cerca de dos millones y medio de euros, pero con el paso de los meses el jugador no se sentía cómodo y dejó de aparecer en las convocatorias. En un acto de rebeldía, no viajó a Valladolid y su situación es compleja: Míchel quiere recuperarle para el tramo final de la temporada.
En el banquillo de ‘lujo’ de este Rayo Vallecano también están Pozo y Bebé. El jugador andaluz llegó procedente del Almería por algo más de un millón de euros, y alterna partidos de titular con suplencias en el banquillo. No acaba de ser de la partido de manera recurrente y está teniendo un papel de revulsivo dentro del esquema de Míchel. Ese papel lo comparte con el portugués Bebé: el extremo llegó del Eibar a cambio de 750.000 euros.
En total, en torno a 10 millones de euros en el banquillo del Rayo Vallecano. Futbolistas que no han podido hacerse con un hueco de titular indiscutible.