Literalmente. El fondo de Vallecas se vino abajo el 1 de junio de 2008. Era el partido de vuelta de semifinales de ascenso a Segunda División, y Vallecas jugaba el papel definitivo para llegar a la final. En la ida, el Rayo Vallecano sacó un empate de Benidorm gracias al gol de Manolo (1-1), que se vistió de héroe. Y en la vuelta la franja jugaba en casa, con su gente, para remar camino del retorno al fútbol profesional.
Gol de Llorens…y desastre en la grada
Una semana antes, la marea franjirroja se desplazó a Benidorm soñando con regresar a Segunda División. Allí la cabeza de Manolo ponía la eliminatoria encarrilada. En la vuelta, Vallecas se llenó para meter el primer gol.
Con Pepe Mel en el banquillo, el Rayo Vallecano alineó un once en busca de la final: Tete; De la Vega, Amaya, Salva, Llorens; Rubén Reyes, Yuma, Albiol , Collantes; Piti y Pachón. En la segunda mitad también jugaron Coke, Manolo y Míchel. Un equipo de garantías para afrontar el partido decisivo que finalizó con 1-0 para el Rayo Vallecano y el pase a la final.
Vallecas era una olla a presión. El partido comenzó con la intensidad propia de este tipo de choques. Corría el minuto 24 cuando el árbitro señaló penalti a favor del Rayo Vallecano. Era el momento clave de la eliminatoria, y casualmente, uno de los minutos mágicos para la grada franjirroja.
El encargado de ejutar la pena máxima fue Charly Llorens. El balón perforó la portería de Adrián, meta del Benidorm, para desatar la fiesta en la grada de Vallecas. Era el gol que dejaba la eliminatoria encarrilada. Era el momento de la ilusión en la grada, …, y del desastre. La avalancha en el fondo del Estadio de Vallecas propició el derrumbe y caída de la valla, y la tensión comenzó a circular entre el público franjirrojo.
En el siguiente vídeo puede verse el momento del gol y de la caída de la grada:
El derrumbe se saldó con varios heridos leves y el parón del encuentro durante media hora. Un partido que quedará en la retina de los hinchas franjirrojos que vieron cómo cedió el fondo de Vallecas, un Estadio que siguió con las vallas hasta marzo de 2011, siendo uno de los pocos estadios con vallas en España.
Con esa victoria el Rayo Vallecano obtendría el pase para jugar la final contra el Zamora, una eliminatoria que también fue de color franjirrojo y terminó siendo el ascenso del equipo a Segunda División.