El calendario marcaba 7 de abril de 2012. El Rayo Vallecano recibía a Osasuna después de encadenar tres derrotas consecutivas. Era la jornada 32 de Liga y la salvación se rozaba en la Albufera con 37 puntos. Ese día, el Rayo Vallecano logró su mayor goleada en su Historia en Primera División.
Los seis goles a Osasuna
Saltaba el Rayo con la intención de sellar la permanencia en Primera cuanto antes, después del regreso a la élite. El equipo franjirrojo formaba con Joel; Tito, Pulido, Arribas, Casado; Movilla, Javi Fuego, Armenteros, Piti; Michu y Diego Costa. Un once que quería llegar a los 40 puntos para dejar la salvación virtual en Vallecas.
Esa tarde de domingo, y la afición acudió al templo franjirrojo con la incertidumbre de saber qué Rayo se iban a encontrar: el que goleó a Racing y Betis, o el que perdió contra el Villarreal. Pero esa tarde, el destino tenía algo grande, un festival de goles: Vallecas cantó goles como nunca antes lo había hecho, y eso que enfrente estaba un Osasuna que luchaba por entrar en Europa. Movilla marcaría el 1-0 a los cinco minutos para serenar a una afición que respiraba tranquila, sobre todo después del doblete de Michu y el tanto de Diego Costa, que a los 36 minutos ponía un sorprendente 4-0 en el electrónico de Vallecas.
La grada se frotaba los ojos y rozaba el éxtasis con el 5-0 de Armenteros a los 57 minutos. ¿Cuántos goles más podrían anotarse esa tarde?, ¿Dónde dejaría el récord el Rayo de Sandoval? La segunda mitad fue mucho más tranquila que la primera, y fue Tito quien anotó el definitivo 6-0 en el marcador en el minuto 79.
Esos seis goles pusieron al Rayo con 40 puntos a falta de seis jornadas, con media salvación en el bolsillo. Pero sufriría mucho el equipo franjirrojo, que encadenaría cinco derrotas consecutivas y lograría salvarse de manera in extremis en la última jornada con el “tamudazo” en el último minuto de Liga contra el Granada, pero eso ya será otra historia que contar.