Por Marcos Maggi
DE OTRO PARTIDO
Un 2X1: Comesaña y Embarba.
Fueron los mejores del Rayo. Comesaña marcó muy bien, estuvo fino en los pases y en los cortes. Llegó a todas y, con ese estilo ralentizado de moverse, le puso calma a un partido que durante muchos minutos no tuvo dueño ni orden.
Embarba, además de las asistencias en los dos goles, se paseó por donde quiso y como quiso, hasta que en el segundo tiempo se le acabó la batería.
EL REMAKE
Parece que la pelota es de fuego…
Salir jugando de atrás es una eterna obsesión de Jémez y hoy, con defensa de tres, el Rayo intentó esa táctica en cada saque de portería. Y, como otras veces, el balón no cruzaba el mediocampo: le quedaba al rival o se iba por la banda. Ojalá que alguna vez, sacar la pelota de atrás, sea menos de lo mismo.
VENTANILLA DE RECLAMACIONES
¿Jugó Dimitrievski o era Alberto?
Ay, Dimitrievski… Los que llevamos todo el año pidiéndote te vimos en modo Alberto. No salió en tres claros ataques a los que llegaba al balón antes que el delantero. Pudieron ser tres goles. Estuvo con pies de plomo y la guardia baja. Tomó demasiada sombra debajo del larguero.
EL MOTOR FRANJIROJO
Turbo activado.
Quizá Ulloa leyó la crónica anterior de esta sección, en la que decíamos que el “Ciclón” está siendo un “Ventilador”. Hoy en Fuenlabrada metió dos goles de cabeza y en el Fernando Torres sopló un viento fresco. Cuidado con las gorras y los peluquines.
“DÍGAME, DOCTOR”
Los miedos y la timidez.
El Rayo se metió atrás. Tuvo miedo a ganar y después miedo a perder. Ulloa, en el primer tiempo, jugó más de mediocampista que de nueve. Cabeceaba buscando a un punta inexistente, porque el último hombre siempre era él. El equipo se metió muy atrás y cuando atacó fue lento, discreto y poco preciso. La defensa de tres obligó a que el juego sea más defensivo que ofensivo.
ENVUELTO PARA REGALO
De postre, penalti.
Martín estaba haciendo un buen partido, pero ese ese penalti casi en el minuto 94’ le bajó la nota. Un falta inocente, en medio de un carrusel de piernas, que dejó al Rayo sin los tres puntos. Se lo comió Martín. Una pena de penalti.
EL NÚMERO 12
En las gradas, preguntas sin respuestas.
¿Por qué no jugó de inicio Advíncula ni entró?
¿Por qué tardaron tanto en ingresar Bebé, Suárez y Andrés Martín? ¿Por qué el VAR no es más rápido? El segundo gol de Ulloa, después de varios minutos de revisión, se gritó casi en el Metro, durante el viaje de vuelta.
EN DEFENSA DE…
El otro perfil cambiado.
Así como Dimitrievski esta tarde fue Alberto, Catena fue el Saveljich del partido anterior. Impecable por arriba, fuerte en la marca y claro en la salida de balón. Siempre esperábamos más de él; hoy, esperábamos menos.