Por Marcos Maggi
DE OTRO PARTIDO
El mediocampo es este.
El Rayo tenía que ganar para seguir enganchado arriba y mandar al olvido a la derrota en casa de la pasada jornada. Pero no. A esa derrota se le suma la de hoy, hagan lugar en el sector de los malos recuerdos. Sin embargo, el resultado adverso dejó pinceladas positivas: Comesaña, Trejo y Valentín hicieron un gran partido. Se multiplicaron, fueron criteriosos con el balón y lucharon contra un equipo que casi no dejó espacios. La tríada del medio fue de lo poco rescatable.
EL REMAKE
Esas búsquedas imposibles.
Se tiran pases difíciles cuando hay varias opciones más fáciles de seguir manteniendo la pelota. Pases al hueco que quedan en el hueco, toques a la banda que ahogan a quien debe centrar porque lo dejan rodeado por dos rivales. A veces impera una obligación ardiente de soltar el esférico, y de hacerlo con ademán rimbombante: el pase para la foto y el balón para el contrario.
VENTANILLA DE RECLAMACIONES
La falta de gol y también de suerte.
El Rayo mereció goles. Pero como reza el dicho, “Los goles no se merecen, se hacen”. Un penalti fallado por Embarba, algunas claras de cabeza, despejes variopintos en el área del Lugo, un palo en el 90’ de Andrés… El Rayo fue un dominador sin gol y el Lugo, un goleador sin dominio. Puestos a elegir, la preferencia está clara.
LO QUE SE LLEVA EL OJO
Actitud renovada.
Dentro de la inmerecida derrota se vio, sobre todo en el primer tiempo, a un equipo que trató bien el balón, saliendo de atrás con solvencia y utilizando las bandas. La actitud aprendió la lección. Se jugó corriendo más que paseando y con presiones al Lugo muy arriba, quizá este fue el gran cambio: un Rayo desplegado, no tan metido atrás y con un mediocampo de aplauso.
EL DIVÁN
Jémez canceló la cita.
El Rayo hizo todo para ganar. La culpa fue de una abstracción, quizá el mejor jugador del Lugo: la suerte. Sí, en el penalti fallado, en el gol y en el palo la suerte tuvo gran protagonismo. El diván hoy no lo ocupa nadie, aunque está entrando una llamada de Piovaccari.
ENVUELTO PARA REGALO
¿Penalti o pase al portero?
Ahí estaba el gol, el partido y la escalera para subir en la clasificación. Embarba, máximo asistente de Segunda, trotó hacia el balón y quizá recordó más los pases que dio que los goles hechos. Un regalo recto, al medio y al portero, que desvió fácil con el pie izquierdo. Daban ganas de gritar “¡Cesión!“. Pase de la vida” para el Lugo.
EL NÚMERO 12
Los rayistas pusieron el sonido.
Gran ambiente franjirrojo en el Anxo Carro. Lo agradecieron la vista y el oído. Al cerrar los ojos, parecía que Rayo jugaba en Vallecas. Al abrirlos, lamentablemente estaba jugando en Lugo, había fallado un penalti y perdía 1-0.
EN DEFENSA DE…
Dos pilares que siguen sosteniendo al equipo.
Cuando juega Saveljich se nota (el apellido tiene connotaciones de “salvador” que hoy no funcionaron). Estuvo bien saliendo con el balón, mal en los remates en el área contraria y distraído en el gol, demasiado de frente, ignorando el juego por detrás. Pero lo dicho: es fundamental y transmite seguridad. Salvado. El otro merecedor de texto es Catena, un habitual de estos comentarios. Va, viene y corre hasta cuando camina. Tiene un pie en la cabeza y corazones por todo el cuerpo. Es fútbol y entrega; por momentos, obrero elegante y, por otros, fino estilista, un ocho de los ya extinguidos.