‘El regreso de un aprendiz convertido en líder’
Por José Mendoza (La Provincia/Diario de Las Palmas)
Álex Gálvez regresa a Vallecas cuatro años después de su marcha al Werder Bremen. Dos años en Alemania y dos en España divididos en una etapa en Eibar y unos meses en Las Palmas son su bagaje en este tiempo desde su salida. Lógicamente vuelve al Rayo Vallecano un Gálvez distinto y mejorado, con cuatro años más de experiencia a sus espaldas.
Su última etapa en la UD Las Palmas no fue agradable para el central al terminar con el descenso del equipo grancanario a Segunda; aunque el defensa rayista fue sin duda el mejor jugador de la segunda vuelta del equipo de Paco Jémez. A pesar de los goles y los errores de la defensa amarilla, Gálvez fue el único que escapaba de las críticas e incluso había aficionados que pedían que fuera el capitán del equipo recibiendo alguna ovación del estadio Insular.
Su llegada al equipo en el mercado de invierno hizo mejorar defensivamente a Las Palmas. Salvó varios goles y dio esperanazas al aficionado; acompañado durante unas semanas con buenos resultados del conjunto grancanario. Durante esos meses la hinchada amarilla comenzó a creer. Jémez le dio todos los galones en la defensa demostrado una de sus grandes ‘nuevas’ cualidades: jerarquía y liderazgo. El granadino mostraba mando sobre el césped e hizo mejor a sus compañeros. Era un fijo en el once, ya que rotaban Ximo Navarro y Pedro Bigas (ambos en Primera División también este año), y Gálvez creaba una mejor versión de ambos centrales.
El problema de Las Palmas no fue su defensa ni mucho menos jugadores como Álex Gálvez. La falta de gol tras la marcha de Jonathan Viera ocasionó que la distancia con los perseguidores aumentara en la clasificación y eso hizo que en el mes de febrero/marzo ya no valiesen los empates para salvarse. El equipo arriesgó en cada partido y la defensa lo pagó. El central, al igual que gran parte de sus compañeros, competió algún error víctima del desastre colectivo que se impuso.
Gálvez sigue siendo un jugador elegante en el campo al que le gusta salir con el balón jugado y que suple su falta de velocidad punta con una buena colocación y anticipación sobre el césped. El central sigue dominando facetas del juego como el balón parado. Tanto en el Eibar como en Las Palmas, el granadino lanzó alguna falta y siguió creando peligro de cabeza en área contraria. Sin duda, una garantía para la defensa del Rayo Vallecano.