La palabra difícil se queda corta para definir la situación del filial del Rayo Vallecano. El club rayista es 16º a falta de seis ‘finales’ aunque tan solo están a dos puntos de la salvación.
Los fantasmas de la temporada pasada han vuelto a aparecer por la Ciudad Deportiva. En la 22/23, el filial terminó descendiendo a Preferente, pero con la ampliación del grupo en la categoría a 18 equipos gracias al nuevo reglamento, los rayistas se mantuvieron en 3ª RFEF.
No hay duda de que la situación es sorprendente. A principio de la campaña, el filial comenzó en puestos de playoff con un estilo de juego reconocible. Venció a rivales complejos, inclusive al Real Madrid C en Valdebebas. Desde ese partido, caída en picado.
El estado de forma es sorprendentemente negativo. Ningún punto en los últimos cinco partidos, derrotas por goleada contra rivales directos y un Rayo B que es el 2º peor visitante de la categoría. Hace frío lejos de Vallecas.
Todavía queda mucho por jugar, sí, pero la realidad está en mirar más para abajo que para arriba. En caso de confirmarse el descenso a Preferente, la situación podría ser dramática; un Primer Equipo en Primera División, y un ‘B’ en la 6ª categoría del fútbol español.