Por Mozart Ballesteros
El Rayo Vallecano está comenzando una nueva temporada con nuevo entrenador y nueva “piel”. La historia de amor con Kelme acabó de forma abrupta, como también la relación con el anterior técnico, Paco Jémez. Ahora con Umbro y las ilusiones de Iraola, la parroquia franjirroja debe luchar con su equipo por repetir la temporada 2010-11.
El equipo llegaba tras una campaña en la que había finalizado undécimo llegando a acariciar al principio la zona de ascenso y rozando la del descenso allá por la jornada 30. Pepe Mel y Felipe Miñambres fueron los entrenadores de la entidad esa campaña y la meta estaba defendida por David Cobeño, director deportivo actual de la entidad. Y nombres como Coke, Albacar, Movilla, Jofre, Míchel, Susaeta, Rubén Castro, Piti, entre otros, pertenecían a la plantilla.
La campaña comenzó de la mejor manera pero bien es sabido por aquellos que siguen la división de plata del fútbol español que es una carrera de fondo. En la que tuvo oxígeno al principio pero la falta del mismo al final de la cumbre hizo que tuviera que ser destituido Pepe Mel, un técnico con experiencia y querido por la parroquia rayista.
Si tenemos en cuenta los números la temporada de Mel fue mejor que la de Miñambres, pero Felipe mantuvo al equipo. La 2010-11, llegaba al club un nobel como José Ramón Sandoval, que con ganas espíritu e ilusión consiguió hacer lo que a punto estuvo de conseguir el curso pasado con el Fuenlabrada: ascenso a primera.
Anecdóticamente esa campaña llegaba el capitán del equipo o uno de los capitanes como es Óscar Trejo, fundamental en la medular a pesar de su juventud (22 años entonces). También había otros jóvenes como Borja García que comenzaban a tener su sitio en una Segunda de la que no se ha separado, sino es para probar la división dorada del fútbol español.
Pero si había alguien especial en esa campaña fue Míchel que a pesar de tan solo jugar 20 partidos, 9 de ellos titular, fue el alma de Vallecas. Junto a otros como el mencionado Coke, Antonio Amaya, Movilla, hicieron que Vallecas se volviera a ilusionar, haciendo sus ilusiones realidad.
Ahora sin Míchel pero con Vallecas, el equipo debe dar un paso más. El paso que faltó el curso pasado y que esta vez con un nuevo técnico se debe dar para volver a ver Vallecas ser un ‘Matagigantes’.
